Las aves son conocidas por su deslumbrante serie de colores, con su animado plumaje que agrega una considerable belleza y diversidad a nuestros entornos naturales. Sin embargo, un nuevo estudio intrigante de la Universidad de Princeton ha presentado un mecanismo fascinante con el que las aves pueden mejorar sus colores con la ayuda de capas subyacentes de plumas blancas negras.
Publicado en La ciencia está progresandoLa investigación bajo el liderazgo de Rosalyn Price-Waldman enfatiza cómo las plumas de color pueden verse más vívidas, dependiendo de los tonos debajo. Los hallazgos del estudio muestran que cuando las plumas de color se colocan en capas sobre resortes en blanco o negro, la vivacidad resultante de las ciruelas del pájaro mejora considerablemente. En particular, el estudio descubrió que para ciertas especies las diferencias perceptibles en el color entre las aves masculinas y hembras están más influenciadas por la cantidad de las plumas blancas o blancas subyacentes que los colores mismos.
Por lo general, las aves machos muestran colores más vivos para atraer parejas, un fenómeno descrito originalmente por Charles Darwin, quien declaró que tales características son el resultado de la selección sexual. Los hombres que son más coloridos probablemente atraerán más amigos y producirán más descendientes, lo que contribuye a la evolución de estas propiedades. La investigación actual muestra que la estratificación estratégica de plumas juega un papel crucial en esta competencia, porque una capa base negra puede fortalecer el brillo de los colores más brillantes como el azul. La capa inferior negra absorbe la luz que atraviesa la capa superior de los resortes, lo que mejora el poder del hombre para destacarse en su paisaje ambiental.
Por el contrario, el estudio mostró que un enfoque diferente es efectivo para las plumas amarillas. Los pigmentos amarillos que se encuentran en estas plumas, conocidos como carotenoides, mejoran cuando se colocan sobre una capa blanca. La base blanca refleja la luz que penetra los resortes amarillos, lo que refuerza su brillo en comparación con la paleta de colores circundante.
La investigación se centró principalmente en coloridos tanagers de América Central y del Sur, pero sus implicaciones se extienden sobre diferentes especies de aves. Estudios posteriores mostraron que el uso de capas blancas negras subyacentes para la mejora del color es el curso de muchas aves, incluidas las hadas australianas, conocidas por sus llamativas plumas azules. Este fenómeno generalizado indica que las aves han utilizado este ajuste inteligente para decenas de millones de años.
Los hallazgos ofrecen ideas valiosas sobre la dinámica evolutiva del color en la naturaleza y pueden inspirar el progreso en áreas como la arquitectura, el arte y la moda, donde los colores vibrantes se buscan de la misma manera. Al comprender cómo las aves logran un color tan animado, los investigadores pueden descubrir métodos innovadores para replicar estas técnicas en aplicaciones humanas.