En una sorprendente mezcla de realidad e imaginación, las cuentas de las redes sociales que están relacionadas con Donald Trump pintan un retrato extraordinario del presidente. Las imágenes que provienen de su administración presenta una versión casi mítica de Trump, que lo refleja en varias formas fantásticas: desde un poderoso Jedi que usa una espada de luz roja en un conquistador de Gaza que transforma el territorio en un complejo de lujo, completo con un ecti dorado. Estas ilustraciones son el producto de la inteligencia artificial, que refleja una tendencia que ha aumentado en popularidad, de modo que los usuarios cotidianos y las figuras públicas pueden hacer personajes digitales extraños.
Las imágenes artificiales han sido una herramienta que manipuló a Trump mientras hacía campaña para su segundo mandato. Durante una reciente conferencia de prensa, reconoció el doble carácter del contenido generado por la IA, que enfatiza el potencial de creatividad y presentación incorrecta. «Funciona ambos lados», dijo, sugiriendo que si ocurre un accidente, podría atribuirlo a la IA.
Las imágenes generadas por AI aseguran la preservación de Trump de una estética descarada y sorprendente, que resuena profundamente con su enfoque de las redes sociales. Las publicaciones de su equipo, llenas de memes y retratos exagerados, han reunido más de 16 millones de nuevos seguidores en varias plataformas desde el día de la inauguración, según un funcionario de la Casa Blanca. Tal participación ilustra el encanto de esta personalidad en línea juguetona y atrevida. En un guiño juguetón a los críticos, la Casa Blanca recientemente bromeó en X: «En ningún lugar de la Constitución es decir que no podemos publicar un Banger Memes», además de una señal satírica de que los detectores son desafiantes.
El historiador político Evan Cornog notó la facilidad con la que estas imágenes de IA resuenan con el público. Se basan en la expresividad de las imágenes políticas, donde la historia a menudo trasciende la precisión objetiva. Históricamente, las campañas políticas han manipulado imágenes para forjar conexiones con los votantes, ya sea a través de representaciones simbólicas o historias visuales estratégicas. La tecnología de IA generativa de hoy ofrece posibilidades sin precedentes para hacer estas imágenes, para que los líderes puedan retratar versiones intensamente heroicas o identificables de sí mismas sin la necesidad de un rendimiento físico.
Las imágenes artificiales hechas para Trump reflejan un tema consistente: potencial y control, con temas de reflejo que resuenan profundamente con el público estadounidense. Expertos como Henry Ajder han señalado que esta tecnología no solo ofrece un lienzo para ilustrar realidades subliminales, sino que también refuerza las percepciones personales y colectivas, comprendiendo las figuras públicas a través de una lente subjetiva.
Las respuestas a las imágenes de IA de Trump han sido una bolsa mixta, en la que algunos espectadores expresaron molestias por la desviación del decoro presidencial tradicional y otros que disfrutan del caos que se enciende. Las plataformas de redes sociales están en el curso de las reacciones que van desde la vergüenza hasta el placer, con la base de Trump a menudo dividida en la dirección creativa de su equipo. El humor y el absurdo detrás de estas imágenes llaman la atención, una moneda que Trump navegó profesionalmente durante su carrera política.
A medida que evoluciona el panorama digital, la historia también se entrelaza a través de figuras como Trump, que combinan la realidad hábilmente con construcciones imaginativas para involucrar a los seguidores y los oponentes provocadores. Al final, la presidencia no se trata solo de gobernanza; Se trata cada vez más de elaborar una historia digital convincente que fascina al público y alienta una conversación, independientemente de si el contenido permanece ligado a los hechos o en el ámbito del surrealista.