Una colección recientemente descubierta de fotos tomadas por un avión naval americano en 1966 dio ideas cruciales sobre la dinámica de la Antártida en el bloque de hielo, en particular el dramático colapso de la Junta de Ice de Wordie. Investigadores de la Universidad de Copenhague han combinado ingeniosamente estas imágenes vintage con datos satelitales contemporáneos para investigar la desintegración gradual de la tabla.
Las imágenes se registraron el 28 de noviembre de 1966, durante una prueba de aire en la Península Antártica, justo al sur del extremo sur de Chile. Inicialmente, estas fotos solo estaban destinadas a mapear la región; Sin embargo, han surgido como evidencia esencial con respecto a los cambios en la tabla de hielo de Wordie, que casi se derrumbó en las próximas tres décadas. Este colapso ha tenido implicaciones importantes para el nivel mundial del mar.
Mientras que la palabra de la palabra hielo se desmoronó, desató una cantidad considerable de hielo en el océano, lo que facilita la salida de un glaciar cercano. Este evento se considera un precursor del nivel ascendente del mar, con implicaciones alarmantes que sugieren que tales procesos pueden tener lugar más rápido de lo esperado anteriormente, en particular con respecto a formaciones de hielo más grandes, como los bastidores Ronne y Ross -ijs.
La investigación ha reformado la comprensión de los mecanismos detrás del colapso de Ice Board. Hasta ahora, generalmente se suponía que el calentamiento atmosférico y la formación de lagos de agua de fusión en la superficie de los hielo hicieron la contribución más importante a su desintegración. Sin embargo, el nuevo estudio indica que la fuerza impulsora primaria es el agua del océano más cálido que erosiona el hielo desde debajo de la superficie.
El investigador principal Mads Dømgaard enfatizó que las temperaturas del mar al alza eran el factor más importante detrás del colapso de la palabra, lo que condujo a un fusión considerable bajo el plan de hielo.
Para ilustrar el deterioro de la tabla de hielo, los investigadores integraron fotos históricas de múltiples vuelos con imágenes satelitales modernas entre 1966 y 1969, con la ayuda de un método conocido como fotogrametría de estructura de movimiento. Con esta técnica, pudieron hacer modelos 3D precisos del paisaje, lo que les permitió seguir la dinámica, el grosor y la velocidad de flujo del hielo con una precisión notable.
Este enfoque innovador no solo mejora la comprensión del comportamiento de la tabla de hielo, sino que también refina los modelos de aumento del nivel del mar. Al generar predicciones más precisas, los gobiernos permiten estrategias de cambio climático más efectivas para formular el cambio climático.
Aunque la tabla de hielo de Wordie es relativamente pequeña en comparación con las tablas de hielo más grandes, su colapso sirve como una advertencia urgente con respecto al aumento global en el nivel del mar. Las reservas de helados de la Antártida tienen el potencial de contribuir hasta cinco metros al aumento del nivel del mar si colapsan por completo. La gravedad de la masa de hielo actualmente está atrayendo el agua de mar al continente, lo que significa que la pérdida aumentaría el nivel del mar, en particular a lo largo de las costas en el hemisferio norte.
El coautor Anders Anker Bjørk concluyó que aunque el colapso puede ser más lento que antes, este período de tiempo más largo puede formar los riesgos a largo plazo. Advirtió que la naturaleza a largo plazo de la desintegración de un bolsillo de hielo complica la capacidad de revertir el proceso de fusión una vez que ha comenzado, lo que enfatiza la necesidad crucial de una acción inmediata para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero.