Un estudio reciente realizado por investigadores de la Universidad Politécnica de Hong Kong ha lanzado ligeramente el importante papel de la endotoxina, un químico tóxico que se encuentra en las bacterias, al influir en la bioactividad de las partículas finas PM2.5. Aunque era solo el 0.0001% de PM2.5, la endotoxina representó alrededor del 0.1% al 17% de las reacciones inflamatorias inducidas por estas partículas dañinas en el aire, lo que reveló un potencial de toxicidad que es de tres a cinco de tamaño más alto que la contribución de masa.
Publicado en Ciencia y tecnología ambientalEste estudio enfatiza la preocupación urgente sobre la salud pública de la contaminación del aire PM2.5, una amenaza principal para la salud ambiental responsable de más de tres millones de muertes tempranas. PM2.5 se refiere a partículas en el aire de más de 2.5 micrómetros, lo que puede penetrar profundamente en los pulmones y ingresar al torrente sanguíneo, lo que contribuye a enfermedades respiratorias como el asma y la enfermedad pulmonar obstructiva crónica.
Los investigadores se concentraron en PM2.5 debido a los lazos persistentes con el estrés oxidativo y la activación de la respuesta inmune después de la exposición. La composición PM2.5 es compleja, con partículas naturales y antropogénicas que contienen componentes orgánicos, inorgánicos y orgánicos. Aunque investigaciones anteriores han investigado innumerables productos químicos dañinos relacionados con la actividad humana, estos componentes fueron buenos para menos de la mitad del daño respiratorio atribuido a PM2.5, lo que hace que alrededor del 60% de su impacto sea inexplicable.
Para investigar más a fondo, el equipo realizó una prueba de puntada PM2.5 las 24 horas todos los días durante el transcurso de un año en las zonas urbanas y costeras de Hong Kong. Evaluaron reacciones inflamatorias al exponer a las células epiteliales bronquiales humanas a PM2.5 y medir la liberación de interleucina-8 (IL-8), una citocina involucrada en la respuesta inmune, como marcador inflamatorio.
Las concentraciones de endotoxina se cuantificaron utilizando el ensayo LYSAAT (LAL) Limulus amebocitos y el origen de las endotoxinas se rastreó mediante secuenciación de ADN para identificar las bacterias gramnegativas responsables. El modelado de la toxicidad de la mezcla se utilizó para estimar el tamaño de las contribuciones de las endotoxinas a los efectos nocivos generales asociados con PM2.5.
Es notable que los resultados indicaran que a pesar de la pequeña fracción de masa de endotoxina dentro de la mezcla PM2.5, fue responsable de una parte notable de la liberación de IL-8. La relación de masaje de toxicidad de endotoxina varió de 10,000: 1 a 100,000: 1, lo que subrayó el potencial biológico extremo. Los resultados enfatizan la necesidad crucial de identificar componentes tóxicos que están presentes en bajas concentraciones, porque estos pueden tener efectos desproporcionados en la salud.
El equipo de investigación es de la opinión de que identificar estos potenciales programas de conductores ayudará a diseñar estrategias rentables para la salud pública. Incluso pequeñas reducciones en la masa PM2.5 pueden conducir a una disminución significativa en la toxicidad general, ofreciendo implicaciones prometedoras para la gestión de la calidad del aire.