El gobierno federal de Estados Unidos cerró a la medianoche del martes 30 de septiembre debido a la no aprobación del nuevo presupuesto. Este cierre es la primera situación desde 2019 y hoy entró en su día 36. El hecho de que el gobierno permaneciera cerrado durante tanto tiempo marcó un récord en su historia. De los cierres anteriores, el período de 2019 se registró como el período de cierre más largo.
Las estimaciones de los analistas le han costado a la economía estadounidense entre 10.000 y 30.000 millones de dólares cada semana desde el cierre. Algunos expertos dicen que estos costos ascienden a unos 15 mil millones de dólares cada semana. Después del cierre de 2019, la economía experimentó un impacto temporal y se realizaron pagos retroactivos a los empleados que fueron despedidos sin paga. Los gastos suspendidos del gobierno fueron compensados de alguna manera.
Sin embargo, las opiniones de los economistas de hoy difieren entre sí. Se prevé que el actual cierre del gobierno federal sea más dañino que el período de 2019. La economía es más frágil que hace siete años y muchos estadounidenses ahora están preocupados por la inflación y el empleo.
El impacto económico del cierre no terminará si los trabajadores federales no cobran. Al mismo tiempo, el acceso a la asistencia alimentaria se ve interrumpido para millones de estadounidenses a medida que nos acercamos a las vacaciones. «La experiencia histórica muestra que los cierres de gobiernos generalmente no conducen a desastres, pero esta vez podría ser diferente», dijo Jonathan Millar, economista senior de Barclays en Estados Unidos.
La Oficina de Presupuesto del Congreso de Estados Unidos predice que el cierre del gobierno podría reducir el crecimiento económico en un 2 por ciento en el cuarto trimestre de este año. Si bien esta situación se ha convertido en una preocupación para muchos sectores de la sociedad, aún no está claro cuándo terminará el cierre y cuáles serán sus consecuencias.



