Un examen ecológico reciente a largo plazo ha sacado conclusiones importantes sobre la preservación del maki de ratón gris en peligro de extinción (Micro-Bus Murinus) en los bosques costeros de Mandena, el sureste de Madagascar. Dirigido por el investigador Andrea Vallejo-Vargas de la Universidad Noruega de Ciencias de la Vida, el estudio evalúa la efectividad de varias estrategias de conservación, en particular dirigida a la protección del hábitat versus la ubicación del transporte de animales.
Utilizando 21 años de datos sobre la reanudación de la marca de captura, la investigación enfatiza una clara diferencia en las posibilidades de supervivencia de Muis Makis que habitaban fragmentos de bosques protegidos en comparación con las de las áreas rotas. En los hábitats protegidos, las posibilidades anuales promedio de supervivencia de las hembras Maki alcanzaron el 39%, considerablemente más altas que el 27% observado en hábitats demolidos. Los hombres mostraron un contraste aún sombrío, con personas transportadas que experimentan tasas de supervivencia alarmantemente bajas, solo el 4% para las mujeres y casi cero para los hombres.
La temperatura también jugó un papel crucial en la investigación, que influyó positivamente en la supervivencia de los makis femeninos en estas áreas protegidas, dejó una posible correlación entre las condiciones climáticas y la disponibilidad de recursos.
Vallejo-Vargas enfatizó la importancia de las áreas protegidas para la preservación de la biodiversidad y afirmó: «Estos hallazgos subrayan el papel crucial de las áreas protegidas en la protección de la biodiversidad». Sin embargo, advirtió que los esfuerzos de translocación pueden no ofrecer los beneficios de conservación que a menudo se esperan, por lo que se necesita un enfoque más estratégico.
Curiosamente, el estudio encontró evidencia limitada de tendencias a largo plazo en la supervivencia, lo que puede sugerir que los efectos graves de la degradación del hábitat se encontraron antes del período de monitoreo. Este resultado contrasta fuertemente con los hallazgos en el oeste de Madagascar, donde el cambio climático se indica como dañino para la supervivencia del Makur.
A pesar de los desafíos acompañados de la translocación, la investigación propone que tales esfuerzos aún pueden mejorar la diversidad genética como la reubicación de la cría de Maki antes de su muerte. Los análisis genéticos mostraron que las personas transportadas tenían alelos inmunes más únicos en comparación con las poblaciones residentes, aunque la investigación adicional es esencial para confirmar las implicaciones de estos hallazgos.
En general, este estudio subraya el papel esencial de la monitorización ecológica a largo plazo y las estrategias de conservación inspiradas en datos en los puntos calientes para la biodiversidad como Madagascar, donde la pérdida de hábitats y fragmentación amenazas constantes para especies endémicas.