La Unión Europea ha emitido una severa advertencia a Moscú por las recientes violaciones de su espacio aéreo por parte de drones y aviones militares rusos. En una declaración en Kiev, la jefa de la diplomacia de la UE, Kaja Kallas, subrayó la gravedad de la situación y afirmó que Rusia estaba «jugando con la guerra». Estas redadas conllevan un riesgo significativo de escalada, y Kallas advirtió que cualquier violación podría dar lugar a enfrentamientos militares no deseados.
Kallas pidió un cambio en la estrategia de la Unión Europea y abogó por traducir su fuerza económica en disuasión militar para evitar que los conflictos se intensifiquen. A la luz de estas violaciones del espacio aéreo, la OTAN ya ha tomado medidas para fortalecer sus defensas a lo largo de sus fronteras orientales.
Durante su visita a Kiev, Kallas mantuvo conversaciones sobre el apoyo militar y financiero a Ucrania, que sigue enfrentándose a la agresión de Rusia. De particular preocupación son los ataques a la infraestructura energética de Ucrania, que se están intensificando a medida que se acerca el invierno. El gobierno ucraniano ha implementado cortes de energía en respuesta a estos nuevos ataques, describiéndolos como un intento “cínico” de Rusia de socavar la moral del pueblo ucraniano.
El Ministro de Asuntos Exteriores de Ucrania, Andriy Sybiga, hablando en una conferencia de prensa conjunta con Kallas, dijo que la estrategia de Rusia tiene como objetivo influir en las mentes y el estado de ánimo de la población. En represalia, Ucrania ha atacado las refinerías de petróleo rusas, que son cruciales para financiar el conflicto en curso. Desde agosto, las fuerzas ucranianas han llevado a cabo más de 30 ataques contra centrales eléctricas rusas, lo que ha contribuido al aumento de los precios de la gasolina en Rusia.
La evolución de la situación sigue poniendo de relieve el precario equilibrio de poder en la región, y ambas partes intensifican sus estrategias militares en medio del conflicto en curso.