El Departamento de Policía Metropolitana de Las Vegas está a punto de presentar la flota de Tesla Cybertrucks más grande del país, gracias a una importante donación del multimillonario tecnológico Ben Horowitz. Esta empresa marca un cambio notable en la forma en que las fuerzas del orden abordan la seguridad pública, especialmente ahora que los camiones están listos para salir a las calles en noviembre.
Durante una conferencia de prensa reciente, el sheriff del condado de Clark, Kevin McMahill, flanqueado por los Cybertrucks y los drones aéreos, enfatizó que esta iniciativa representa un salto hacia el futuro de la aplicación de la ley. La flota consta de 10 Cybertrucks en blanco y negro decorados con logotipos de la policía y equipados con herramientas esenciales como escopetas, escudos y escaleras. Ahora que aproximadamente 400 oficiales han recibido capacitación para operar estos vehículos, el departamento planea desplegarlos para una variedad de situaciones, incluidas llamadas de alto riesgo como barricadas y tiroteos, además de patrullas de rutina.
Sin embargo, la donación ha generado preocupación entre los expertos sobre la línea cada vez más borrosa entre los intereses públicos y la influencia privada. El departamento de Las Vegas no es el único que explora asociaciones con Tesla, a pesar de las controversias que rodearon a la compañía de automóviles eléctricos a principios de este año, particularmente sobre la participación política del director ejecutivo, Elon Musk.
El sheriff McMahill destacó los beneficios de seguridad de los Cybertrucks y destacó su diseño a prueba de balas, que los diferencia de los vehículos policiales tradicionales. Valorados entre $80,000 y $115,000 cada uno, estos vehículos se posicionan como contribuciones innovadoras y sostenibles a los esfuerzos de vigilancia comunitaria. El sheriff afirmó que las capacidades únicas de los Cybertrucks, como un radio de giro más corto, los hacen adecuados para una variedad de requisitos operativos.
Aun así, la medida corona un año tumultuoso para Tesla, que se ha enfrentado a numerosos retiros del mercado que afectan a miles de vehículos, incluido un problema alarmante informado por la Administración Nacional de Seguridad del Tráfico en las Carreteras. En marzo, se emitió un retiro del mercado para más de 46.000 Cybertrucks, citando el riesgo potencial de que los paneles exteriores se aflojen mientras están en movimiento. Un retiro posterior en octubre abordó quejas sobre faros que eran demasiado brillantes. A pesar de estas preocupaciones, el oficial de Las Vegas, Robert Wicks, aseguró que todos los retiros se resolverían antes de que los camiones comenzaran a patrullar.
La investigación federal sobre la tecnología de conducción autónoma de Tesla también añade una nueva capa de escrutinio, ya que los incidentes de automóviles que se saltan los semáforos en rojo y conducen por el lado equivocado de la carretera han aumentado los temores sobre la seguridad pública. Sin embargo, los Cybertrucks destinados a la policía carecen actualmente de capacidad de conducción autónoma, lo que alivia algunas preocupaciones sobre su funcionamiento.
Los defensores de la comunidad han criticado la introducción de este tipo de vehículos. Laura Martin, directora ejecutiva de la Alianza de Liderazgo Progresista del Fondo de Acción de Nevada, expresó su preocupación por la apariencia intimidante de los camiones, sugiriendo que reflejan una tendencia hacia la militarización de la policía en lugar de satisfacer las necesidades reales de la comunidad.
Athar Haseebullah, director ejecutivo de la ACLU de Nevada, reiteró que la presencia de los Cybertrucks podría indicar una mayor capacidad de vigilancia, lo que plantea dudas sobre la privacidad de los datos y la posibilidad de que Tesla acceda a datos policiales confidenciales.
En medio de estas discusiones, es importante señalar que la donación de Ben y Felicia Horowitz, que asciende a aproximadamente $2,7 millones, señala una tendencia más amplia en la que las contribuciones privadas a las fuerzas del orden pueden moldear significativamente los recursos del departamento. La pareja ha estado involucrada en varios esfuerzos filantrópicos destinados a mejorar las tecnologías de seguridad pública, incluidas donaciones anteriores para apoyar las iniciativas de drones del departamento y otras actualizaciones tecnológicas.
Si bien expertos como Ed Obayashi, fiscal y autoridad policial, sostienen que dichas donaciones privadas no son intrínsecamente ilegales ni problemáticas, persisten preocupaciones sobre su impacto en la dinámica de la policía comunitaria. La infraestructura proporcionada a través de estas donaciones puede aliviar la carga financiera de los contribuyentes, pero también puede promover el diálogo sobre la rendición de cuentas y la transparencia en las iniciativas de seguridad comunitaria.
Mientras Las Vegas se prepara para integrar esta flota en su estrategia policial, muchos estarán observando de cerca para ver cómo esta asociación única impacta la efectividad de las fuerzas del orden y el sentimiento público en el futuro.



