Las autoridades belgas han arrestado a tres personas en relación con un presunto complot terrorista contra figuras políticas del país, especialmente el primer ministro Bart De Wever. Este importante acontecimiento se produjo después de que un juez antiterrorista autorizara registros de las casas de los sospechosos en Amberes, llevados a cabo por agentes del orden equipados con perros detectores de explosivos, como detallaron los fiscales federales en un comunicado oficial.
Durante estos registros se encontró un “dispositivo improvisado” en una de las viviendas, aunque se confirmó que no estaba operativo. Además, en otro lugar, las autoridades descubrieron una bolsa llena de bolas de acero y una impresora 3D, que se cree estaba destinada a fabricar componentes para el ataque planeado. Los fiscales notaron que había indicios de que los individuos planeaban ensamblar un dron capaz de transportar una carga explosiva.
La investigación se centra en cargos graves, incluido intento de asesinato terrorista y vínculos con una organización terrorista. Los fiscales han indicado que el ataque planeado parece estar motivado por la ideología yihadista, aunque no se han revelado nombres específicos de los políticos objetivo.
En reacción a la alarmante noticia, el Ministro de Asuntos Exteriores belga, Maxime Prevot, expresó su consternación por el presunto ataque al Primer Ministro De Wever y elogió la rápida acción de los funcionarios de seguridad y justicia. Destacó el carácter persistente y urgente de la amenaza terrorista y reafirmó el compromiso de Bélgica de mejorar sus capacidades para combatir las formas emergentes de terrorismo, especialmente en lo que respecta al uso indebido de drones. En las últimas semanas se han producido varios incidentes con drones en toda Europa, lo que ha aumentado la vigilancia sobre las medidas de seguridad.
El ministro de Defensa, Theo Francken, también utilizó las redes sociales para conseguir apoyo para De Wever, ex alcalde de Amberes, y elogió los esfuerzos de los servicios de seguridad para prevenir posibles amenazas.
Los sospechosos, que permanecen anónimos, son descritos como «adultos jóvenes», nacidos en 2001, 2002 y 2007. Dos de los sospechosos fueron interrogados por la policía de Amberes hasta bien entrada la noche, con planes de llevarlos ante un juez de instrucción poco después, mientras que el tercero fue puesto en libertad.
En medio de este incidente, el sistema de justicia belga está mostrando signos de tensión y está experimentando un aumento de los delitos violentos, incluidos tiroteos en Bruselas y delitos relacionados con las drogas en Amberes. El sistema enfrenta desafíos debido a la escasez de personal entre los jueces y el personal de los tribunales, lo que afecta su capacidad para gestionar eficazmente diversos casos legales. Recientemente, funcionarios de alto perfil, entre ellos un ex ministro de Justicia y un fiscal superior, han estado sujetos a protección policial debido a amenazas creíbles.
En su declaración oficial, los fiscales piden más apoyo del gobierno para garantizar que las fuerzas de seguridad estén adecuadamente equipadas para mantener la seguridad pública. Destacaron que la Fiscalía Federal ha iniciado aproximadamente 80 nuevas investigaciones por terrorismo este año, superando ya el total de todo 2024.
El recuerdo del ataque terrorista más devastador de Bélgica ocupa un lugar preponderante en la conciencia pública, que mató a 32 personas e hirió a cientos en atentados suicidas coordinados en el aeropuerto de Bruselas y en una importante línea de cercanías el 22 de marzo de 2016.