During the Landeuro Defense Symposium in 2025, in Wiesbaden, Germany, the American Air Force General Alexus G. Grynkich, the Supreme Allied Commander Europe, covered a critical attraction on NATO-Lidstaten, which encouraged the adaptive innovation strategies in the Okraine-Troop-Troop-Troop-Troop-Troop-Troop-Troop-Troop-Troop-Troop-Troop-Troop-caught-grasper In modern warfare caused by the battlefield Innovaciones de Ucrania, que reforman las operaciones militares en la era digital.
El conflicto continuo en Ucrania ha establecido una rápida evolución en equipos militares, caracterizado por un aumento sin precedentes en el uso de drones baratos, robots de combate y municiones. Las fuerzas armadas ucranianas han utilizado expertamente tecnologías comerciales de drones, descansando con cargas útiles explosivas y ópticas avanzadas para mejorar las opciones de reconocimiento y realizar ataques de precisión. Además, el colgado de municiones como el Switchblade y el RAM II desarrollado localmente han demostrado efectivamente en paralizar vehículos blindados, postes de comandos y operaciones logísticas a una notable velocidad y eficiencia. La introducción de robots de combate, incluidos los vehículos terrestres controlados remotos y los sistemas no tripulados para tareas como la desminación y el transporte de suministro, también redefine la dinámica de la lucha terrestre.
El general Grynkewich enfatizó que estas tecnologías emergentes significan un cambio de paradigma en lugar de medidas temporales, lo que establece nuevos estándares operativos a los que las formaciones militares deben adaptarse en el siglo XXI. Elogió la capacidad de Ucrania para integrar rápidamente nuevas tecnologías a nivel de brigada, facilitada por asociaciones directas con pequeñas empresas de tecnología de defensa. Estas colaboraciones promueven un proceso rápido de pruebas de campo, adaptación e implementación dentro de horarios críticos que los sistemas de adquisición tradicionales de la OTAN a menudo no entregan. Hizo hincapié en la necesidad urgente de que la OTAN adopte ciclos de innovación similares, causando la lentitud burocrática y la apreciación de la creatividad impulsada por el campo de batalla.
La guerra también ha revelado debilidades significativas en las plataformas de vehículos blindados heredados, muchas vulnerabilidad de las cuales se han demostrado para las armas y drones colgantes. Las lecciones que se han aprendido del conflicto indican que los vehículos de combate terrestre contemporáneos requieren los sistemas de seguridad de la próxima generación. Estas soluciones en evolución incluyen una armadura compuesta modular que pueden resistir las cabezas nucleares en tándem, la armadura de la jaula diseñada para frustrar explosivos suministrados por drones y sistemas de seguridad activos avanzados para interceptar amenazas entrantes. La integración de las capacidades avanzadas de guerra electrónica se ha vuelto cada vez más importante, lo que permite que las fuerzas sean sistemas de guía de drones, las señales GPS pueden interrumpir y ofrecer cobertura electrónica para unidades de avance.
Las fuerzas armadas ucranianas han demostrado cómo incluso las suites de guerra electrónica compacta y compacta pueden mejorar las posibilidades de supervivencia en el campo de batalla. Por lo tanto, los comandantes de la OTAN reconocen la necesidad de que las opciones de guerra electrónica se integren en brigadas blindadas, en lugar de relegar a una función estratégica en niveles de comando más altos. Grynkewich afirmó que todos los vehículos de la OTAN -Pusserde, ya sean los principales tanques de combate, vehículos de infantería o plataformas de soporte, deben estar equipados con una red de defensa digital. Esto debe ser sensores de advertencia de amenaza, detectores de drones de radar, receptores de advertencia de láser y sistemas de intermediación electrónica empleables que son capaces de neutralizar los ataques de enjambre y los mecanismos de orientación autónomos.
Grynkewich advirtió que la OTAN no puede depender de planes a largo plazo y ciclos de modernización retrasados, y enfatiza la necesidad de capacidades operativas inmediatas como una prioridad estratégica. Indicó que los extensos planes estratégicos de la OTAN ya describen las posibilidades requeridas y que la alianza coordina activamente con la industria de defensa para satisfacer estas necesidades. Una base industrial receptiva, respaldada por procesos de adquisición simplificados, debe actuar rápidamente para acelerar la innovación en lugar de obstaculizar.
Además, enfatizó la necesidad de integración industrial transatlántica, alegando que ahora es esencial para Estados Unidos y Europa dejar cadenas de suministro fragmentadas y esfuerzos de investigación compartimentados. En cambio, se requiere un marco industrial coherente para entregar sistemas avanzados, que van desde drones de ataque autónomo y opciones de contra-drone hasta una mejor protección activa para vehículos blindados y guerra electrónica móvil. El general expresó la confianza de que esta visión es cada vez más factible, en particular dada la dedicación de los Estados miembros a un objetivo de inversión de defensa del PIB del 5 por ciento, lo que marca un paso importante hacia compartir cargas colectivas y preparación estratégica.
En conclusión, Grynkichwich ha articulado que las experiencias de Ucrania han cambiado fundamentalmente el panorama de la guerra y la adaptabilidad necesaria de las fuerzas militares. Para la OTAN insistió en que este reconocimiento debería traducirse en una guía urgente para reformar el desarrollo de la capacidad, de acuerdo con un ritmo más urgente en tiempos de guerra en el que la velocidad, la flexibilidad y la innovación se convierten en la base de la disuasión efectiva.