Después de un cambio considerable de liderazgo en Nepal, caracterizado por protestas dirigidas por la generación más joven, India está en una intersección crucial en su relación diplomática con su vecino del norte. Los analistas enfatizan que este momento ofrece una oportunidad única para que India restablezca los lazos con Nepal y mejore la estabilidad regional. Sin embargo, advierten que India debe hacer ejercicio cuidadosamente para evitar que la percepción de la interferencia del «hermano mayor» se fortalezca, un sentimiento que se ha extendido históricamente en el sur de Asia y países como Nepal y Bangladesh se han apuñalado más cerca de China.
Los recientes disturbios en Nepal culminaron en la renuncia del primer ministro KP Sharma Oli, un cambio político que ha llamado la atención. Después de estos desarrollos, el ex juez principal, Sushila Karki, juró como líder interino. Este cambio estuvo acompañado por la decisión del presidente Ramchandra Paudel de disolver el parlamento, como resultado de lo cual se solicitaron planes para las elecciones generales para marzo.
Las protestas, que han pedido responsabilidad y transparencia del gobierno, han resultado en consecuencias trágicas. Las colisiones entre manifestantes y fuerzas de seguridad han lesionado al menos 72 personas muertas y más de 1.300, lo que refleja los disturbios significativos en el país.
A la luz de estos desarrollos, el primer ministro indio, Narendra Modi, no perdió el tiempo para responder. Felicitó a Karki por su nuevo papel y expresó la esperanza de un rápido retorno a la estabilidad en Nepal. En su publicación en las redes sociales, los modos confirmaron la dedicación de la India a la paz, el progreso y la prosperidad del pueblo nepalés, que enfatizaba los estrechos lazos entre las dos naciones.
DB Subedi, maestro de la Escuela de Ciencias Políticas y Estudios Políticos de la Universidad de Queensland, subrayó la importancia de un vecindario estable para los intereses de seguridad nacional de la India. Si bien el panorama político en Katmandú continúa evolucionando, los pasos que India tomará de cerca se investigarán en las próximas semanas, no solo por su impacto en las relaciones bilaterales, sino también por sus implicaciones más amplias para la dinámica regional en el sur de Asia.