Investigaciones recientes sugieren que los medicamentos comúnmente recetados para la diabetes y la pérdida de peso, como Ozempic y Wegovy, pueden beneficiar a las personas que desean reducir su consumo de alcohol. Un nuevo estudio publicado en Scientific Reports por investigadores del Instituto de Investigación Biomédica Fralin de Virginia Tech revela que los agonistas de GLP-1 pueden retardar la absorción de alcohol en el torrente sanguíneo, reduciendo sus efectos en el cerebro.
El profesor asistente Alex DiFeliceantonio, codirector interino del Centro de Investigación de Comportamientos de Salud del instituto, enfatizó la importancia de comprender cómo la velocidad a la que el alcohol ingresa al torrente sanguíneo afecta la percepción de intoxicación. Observó que las personas experimentan diferencias notables entre consumir una copa de vino y beber rápidamente un trago de whisky, a pesar de que ambos tienen el mismo contenido de alcohol. Esta diferencia en la tasa de absorción puede tener un impacto significativo en el grado de intoxicación que uno siente.
DiFeliceantonio explicó las implicaciones para el uso de sustancias: «Las drogas de acción más rápida tienen un mayor potencial de abuso porque causan un tipo diferente de impacto en el cerebro. Si las drogas GLP-1 disminuyen la velocidad a la que se absorbe el alcohol, esto podría potencialmente reducir sus efectos y ayudar a las personas a beber menos».
La investigación es especialmente relevante dadas las estadísticas sobre el consumo de alcohol en los Estados Unidos, donde más de la mitad de los adultos beben alcohol y alrededor del 10% sufre trastornos por consumo de alcohol. El consumo excesivo de alcohol de forma crónica está relacionado con numerosos problemas de salud, como presión arterial alta, enfermedades cardíacas, enfermedades hepáticas y varias formas de cáncer.
En este estudio, los participantes que tomaban medicamentos GLP-1 como semaglutida, tirzepatida o liraglutida experimentaron un aumento más gradual en la concentración de alcohol en sangre cuando consumían la misma cantidad de alcohol que aquellos que no tomaban el medicamento. Los participantes que tomaron GLP-1 informaron sentirse menos borrachos durante el estudio.
El estudio, financiado por el Instituto de Investigación Biomédica Fralin de Virginia Tech, tuvo como objetivo investigar los efectos fisiológicos y subjetivos del alcohol en relación con los medicamentos GLP-1. Los investigadores creen que estos hallazgos iniciales podrían allanar el camino para estudios más amplios y completos que investiguen si estos medicamentos pueden usarse eficazmente para controlar el consumo de alcohol.
En el estudio participaron 20 adultos clasificados como con sobrepeso u obesidad, con un índice de masa corporal (IMC) de 30 o superior. La mitad de los participantes tomaban medicamentos GLP-1 y la otra mitad no. Después de un período de ayuno controlado y un refrigerio constante antes de beber, los participantes consumieron una bebida alcohólica en diez minutos. Luego calificaron su propio nivel de intoxicación varias veces durante la siguiente hora. Los participantes que tomaron medicamentos GLP-1 informaron constantemente que se sentían menos borrachos en comparación con sus contrapartes.
Después de beber, los participantes permanecieron en una sala de recuperación supervisada donde se registraron sus niveles de alcohol a lo largo del tiempo. Se evaluaron el alcohol en el aliento, la glucosa en sangre y la percepción de intoxicación hasta que fue seguro salir.
DiFeliceantonio señaló que otros medicamentos destinados a reducir el consumo de alcohol funcionan a través de diferentes mecanismos, dirigiéndose específicamente al sistema nervioso central. Por el contrario, los datos preliminares de este estudio sugieren que los GLP-1 pueden actuar retardando el vaciamiento gástrico, lo que lleva a una absorción de alcohol más lenta.
La idea de esta investigación surgió inicialmente durante un retiro de profesores en el Instituto de Investigación Biomédica Fralin y fue dirigida por Warren Bickel, una figura prominente en la investigación de adicciones que falleció en 2024. La investigación se inspiró en parte en discusiones en plataformas de redes sociales donde las personas notaron una disminución en los antojos de alcohol mientras tomaban medicamentos para la diabetes.
Fatima Quddos, investigadora graduada en el laboratorio de Bickel y primera autora del estudio, reflexionó sobre la influencia del difunto profesor en el proyecto. Señaló la importancia de su investigación compartida sobre cómo retrasar la gratificación podría afectar el consumo de alcohol, y agregó que esta investigación podría ayudar potencialmente a las personas que luchan contra la adicción.
Aunque este estudio representa hallazgos preliminares, los investigadores son optimistas acerca de los datos que muestra, que podrían respaldar ensayos de seguimiento que prueben los medicamentos GLP-1 como intervenciones efectivas para reducir el consumo de alcohol. Quddos expresó su esperanza de que esta investigación no sólo avance en la comprensión científica, sino que también contribuya significativamente a futuras opciones terapéuticas para personas que enfrentan problemas de adicción.