Los equipos de reparación ucranianos están intensificando sus esfuerzos en respuesta a uno de los ataques más graves a la infraestructura energética del país hasta la fecha, según informó el presidente Volodymyr Zelensky. El ataque nocturno, llevado a cabo con cientos de drones, tuvo como objetivo instalaciones energéticas en todo el país y marcó una escalada significativa en el conflicto en curso.
En un discurso reciente, Zelensky destacó el trabajo incansable de los equipos de reparación, que trabajan prácticamente las 24 horas del día para restablecer la energía y los servicios en las regiones más afectadas. «Los esfuerzos de recuperación están en curso y, aunque la situación es difícil, miles de personas están involucradas en estabilizar el sistema y reparar los daños», afirmó, subrayando la magnitud de la crisis.
Las regiones del noreste, incluidas Jarkov y Sumy, y la zona central de Poltava, sufrieron las peores consecuencias de los ataques. En Kharkiv, casi 100.000 residentes se encontraban sin servicios esenciales como electricidad, agua y calefacción. El ministro de Restauración, Oleksiy Kuleba, señaló que si bien en algunas partes de Poltava se restableció el suministro eléctrico el domingo, los daños continuos dejaron a oscuras partes de la capital.
En un enfoque proactivo, Ukrenergo, el operador de la red estatal, anunció que los cortes de energía planificados continuarían en la mayoría de las regiones hasta el lunes en un esfuerzo por controlar el suministro de electricidad. Esta medida refleja los desafíos actuales que enfrentamos para que la red energética vuelva a la normalidad después de los importantes daños causados.
La ministra de Energía, Svitlana Grynchuk, describió la noche de los ataques con aviones no tripulados como una de las más difíciles para el sector energético de Ucrania desde el comienzo de la invasión rusa en febrero de 2022. Esta invasión tuvo como objetivo principal la infraestructura energética y de calefacción del país, que es vital para la vida civil.
La estrategia de ataque de Moscú ha evolucionado a medida que se dirigen cada vez más no sólo a las instalaciones de generación de energía, sino también a los sistemas de transmisión críticos para restaurar el servicio. El viceministro de Energía, Artem Nekrasov, señaló que este cambio complica el restablecimiento del suministro eléctrico normal y la eficiencia operativa de la infraestructura energética. Zelenskiy subrayó que las capacidades militares de Rusia están aumentando, en particular debido al mayor uso de misiles balísticos dirigidos a la infraestructura crítica de Ucrania.
En un comunicado desde Moscú, el Ministerio de Defensa ruso afirmó que sus ataques tenían como objetivo debilitar el complejo militar-industrial ucraniano, además de las instalaciones energéticas que lo sustentan. En represalia, Ucrania ha atacado la infraestructura energética y petrolera rusa, lo que ha provocado importantes perturbaciones que afectan a más de 20.000 personas en varias zonas fronterizas de Rusia.
En Belgorod, el gobernador Vyacheslav Gladkov informó de grandes daños a las redes de suministro de electricidad y calor, que afectaron a varios barrios y dejaron a miles de personas sin electricidad. Los incendios en centrales eléctricas en la región occidental de Kursk, junto con un incendio en una planta de calefacción en la región sur de Voronezh, demuestran el impacto generalizado del conflicto en curso.
En medio de estos acontecimientos, surgieron informes del Ministerio de Defensa ruso que afirmaban que se habían interceptado 44 drones sobre la región de Bryansk. Afirmaron que esa noche se lanzaron 69 drones contra instalaciones energéticas ucranianas, mientras que las estadísticas de la Fuerza Aérea de Ucrania indicaron que 34 de esos drones fueron derribados con éxito. Este patrón de ataques y contraataques agresivos refleja la naturaleza creciente y cada vez más destructiva del conflicto, sin señales de resolución a la vista.



