En una entrevista reciente, Rosie O’Donnell dijo que su hija responsabiliza directamente al presidente Donald Trump por su traslado a Irlanda. Durante su aparición en “The Jim Acosta Show”, O’Donnell relató un momento de enojo de su hija, quien exclamó: “Maldito seas, maldito Trump”, mientras expresaba su frustración por su acción. O’Donnell explicó cómo su hija se sintió tan amenazada por el clima político que tuvieron que irse, diciendo: “Nos hizo mudarnos por nuestra propia seguridad… y ahora está destruyendo el país”.
O’Donnell, quien ha expresado abiertamente su desprecio por Trump, reconoció la dificultad de proteger a su hijo del caos político circundante mientras intenta ser honesta sobre su situación. Explicó: “Ella vive aquí. Escucha lo que te digo”, enfatizando la conciencia de su hija sobre el panorama político. O’Donnell expresó su deseo de proteger a su hija de muchas de las consecuencias de los disturbios, reflexionando sobre su larga batalla contra Trump.
En respuesta a las críticas de O’Donnell, la portavoz de la Casa Blanca, Abigail Jackson, condenó sus comentarios y sugirió que el comediante está exhibiendo “un caso grave del síndrome de trastorno de Trump”. Jackson añadió que era “mejor para todo el país que ella decidiera mudarse”.
La decisión de O’Donnell de mudarse estuvo influenciada por los comentarios de Trump sobre su ciudadanía estadounidense. Después de años de crecientes tensiones entre los dos, anunció en octubre que había comenzado a solicitar la ciudadanía irlandesa, motivada por el legado de su familia y por retirarse de lo que llamó un “exilio político autoimpuesto”. Se mudó a Irlanda justo antes de la próxima toma de posesión de Trump.
En una entrevista anterior con el Daily Telegraph de Gran Bretaña, confirmó su solicitud de ciudadanía irlandesa, citando las raíces de sus abuelos en el país. O’Donnell describió la mudanza como “bastante sorprendente” y aceptó su nueva situación de vida.
Su historia de conflicto se remonta a casi dos décadas y estalló en 2006, cuando O’Donnell criticó a Trump durante su mandato en “The View”. La disputa estalló nuevamente en julio cuando Trump sugirió públicamente que consideraría revocarle la ciudadanía, calificándola de “amenaza a la humanidad” y afirmando que debería permanecer en Irlanda si así lo prefería.
A pesar de la naturaleza provocadora de las afirmaciones de Trump, vale la pena señalar que, según la Constitución de los Estados Unidos, un presidente en ejercicio no tiene el poder de revocar la ciudadanía de personas nacidas en el país, un estatus del que disfruta O’Donnell como residente de Nueva York.
Mientras ambas figuras continúan su discurso público, la historia de O’Donnell subraya una confrontación profundamente personal con cuestiones políticas, revelando cómo el liderazgo nacional puede impregnar las vidas de los ciudadanos privados y sus familias.



