Los científicos han descubierto un descenso fascinante detrás de la papa, revelando que este modesto tubérculo ha evolucionado a partir de un evento de hibridación casual entre dos grupos de plantas hace unos nueve millones de años. La investigación dirigida por Sandy Knapp, un botánico en el Museo de Historia Natural de Londres, explica la relación de la papa con los parientes cercanos, incluidos los tomates y las especies de Etuberosum, que comparten un fondo genético y, sin embargo, tienen diferentes diferencias.
Históricamente, hubo confusión sobre el origen de la papa, con una prueba genética que apunta a una relación más cercana con los tomates, mientras que otros marcadores tendían al etuberosum. Esta incertidumbre dificultó crear un pedigrí para estas plantas. Knapp señaló: «Si algo no cae por completo, es donde es la emocionante biología».
Publicado en un estudio crucial en la revista CelúlaKnapp y su equipo sugirieron que esta confusión proviene de un antiguo evento que se cruza entre los antepasados de los tomates y el etuberosum. Esta hibridación tuvo lugar en un momento crítico cuando surgieron nuevos hábitats con alta elevación en los Andes y ofrecieron condiciones ideales para que prospere la línea de papa.
Knapp enfatizó la importancia de las papas, que se han convertido en un elemento básico global, con una amplia gama de formas domésticas que provienen de una sola especie en Estados Unidos. Actualmente hay 107 especies de papa silvestre, todas caracterizadas por sus tubérculos subterráneos, que sirven como un medio para que la planta almacene el almidón y sobreviva a las temporadas de crecimiento desfavorables. Interesante es que ni los tomates ni producen estos tubérculos ni etuberosum, de modo que los investigadores investigan la base genética de la tuberización.
El análisis genético del equipo encontró una mezcla equilibrada de genes de tomates y etuberosum en papas, lo que sugiere una hibridación exitosa que otorgó nuevas propiedades, incluida la capacidad de cultivar tubérculos. Yiyuan Ding, autor principal del estudio, enfatizó que el evento de intersección significó el nacimiento de la línea de papa y contribuyó a la evolución de la planta.
Otros experimentos mostraron que cuando los genes importantes de los tomates o etuberosum se eliminaron de las plantas de papa, su capacidad para producir tubérculos se redujo, el papel crucial que jugaron estos genes en el desarrollo de la papa se redujeron. El evento de intersección tuvo lugar en un momento adecuado, porque la formación de los Andes creó nuevos nichos ecológicos que crearon las propiedades adaptativas de los beneficiarios de la papa.
Las posibilidades únicas de la papa, en particular el almacenamiento del tubérculo, le permitieron explotar hábitats a grandes altitudes, lo que lo hace particularmente adecuado para la supervivencia en estos entornos desafiantes. Los investigadores creen que las papas pueden reproducirse y expandirse rápidamente durante condiciones favorables, lo que las convierte en una especie dominante en los Andes.
Hace aproximadamente seis a siete mil años, la domesticación de una especie de papa específica en las cercanías del lago Titicaca marcó el comienzo del cultivo humano de esta planta versátil, que la transformó en un importante producto agrícola.
Las implicaciones de esta investigación son considerables, especialmente a la luz de los desafíos agrícolas actuales. Las papas generalmente se propagan con la ayuda de piezas del tubérculo, lo que resulta en plantas que son genéticamente idénticas y, por lo tanto, son vulnerables a las enfermedades. Los investigadores se esfuerzan por explorar posibilidades técnicas genéticas con la ayuda de tomates o etuberosum para producir papas que puedan generar semillas, para mejorar la resiliencia contra las berminas y el cambio climático.
Las ideas obtenidas de este estudio subrayan el papel de la fertilización en la evolución de las plantas. Iris Peralta, un agrónomo que no participa en la investigación, elogió el uso de ayudas genómicas modernas para desentrañar el origen de la papa y afirma que la hibridación probablemente también juega un papel crucial en la generación de la diversidad en otras especies de plantas.
Si bien los científicos continúan desbloqueando los secretos de la distancia de la papa, enfatizan cómo la hibridación puede conducir al aumento de nuevas formas de plantas que pueden adaptarse a los cambios en el medio ambiente, un proceso que puede no siempre tener éxito, pero en el caso de la papa, condujo a un gran resultado.