La Fundación Humanitaria de Gaza (GHF), una organización estadounidense apoyada por Israel, ha emitido una negación después de un informe de Associated Press que afirmó que los contratistas estadounidenses que trabajaban para la Fundación usaban municiones en vivo y granadas aturdidas para controlar a las multitudes en lugares de distribución auxiliar en Gaza. Esta respuesta se produjo después de que dos contratistas estadounidenses, que optaron por permanecer en el anonimato, describieron sus experiencias al AP y expresaron su preocupación por lo que consideraban prácticas peligrosas e irresponsables en los lugares de ayuda.
El informe de AP citó la comunicación interna, incluidos los mensajes y videos de SMS, en apoyo de las reclamaciones de los contratistas, que fueron perturbados por la situación. Después de recibir preguntas de la AP, el GHF declaró que inmediatamente había comenzado una investigación sobre las acusaciones.
En su respuesta formal, el GHF concluyó que las afirmaciones en el informe AP eran «categóricamente falsas» y afirmó que ningún ciudadano estaba en peligro en sus sitios de distribución. La Fundación declaró que el fuego de rifle en las imágenes grabadas en realidad provino del ejército israelí, colocada «fuera de la vecindad inmediata» de las hulplocaciones, aunque no proporcionaron evidencia afirmativa para esta declaración. Las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) también confirmaron que sus soldados no estaban estacionados en o cerca de las ubicaciones.
El GHF afirmó que los sonidos de disparos en los videos no se centraron directamente en las personas y señaló que no hubo heridos. Sin embargo, el informe original de la AP incluía imágenes inquietantes, como una mujer que, según los informes, es herida por una granada aturdida y un hombre que parecía ser golpeado por gases lacrimógenos. Los contratistas describieron escenas en las que se usaron granadas de caucho y granadas de aturdimiento contra los palestinos recolectados en espacios privados para obtener ayuda.
El proceso periodístico de la AP extendió ampliamente la evidencia recopilada, incluidos videos ignorantes de los contratistas anónimos. Los análisis de audio de los expertos indicaron que los sonidos de los disparos provienen de alcance de distancia que plantearon más preguntas sobre la naturaleza de las interacciones que tuvieron lugar en las ubicaciones.
En particular, el GHF expresó su preocupación por la decisión de la AP de no compartir los videos antes de la publicación, etiquetando lo «inquietante». Caracterizaron una de las fuentes principales como un «ex contratista insatisfecho» rechazado por mala conducta poco antes del lanzamiento de la historia.
El AP había llegado al GHF más de una semana antes de que la historia de varias entidades llegara al GHF, pero se rechazaron repetidas solicitudes de acceso al sitio. Dado el entorno controlado en el que funcionan estas ubicaciones auxiliares, el periodismo independiente ha tenido desafíos importantes para evaluar las condiciones de primera mano.
El GHF reconoció que habían rechazado a un contratista que había sido grabado en imágenes de video, pero no había abordado ninguna cuenta específica de los contratistas con respecto a las autoridades de la posible violencia. Un contratista expresó testigos de contratistas colega que disparan en la dirección de los palestinos y plantean preguntas sobre los protocolos de seguridad para la asistencia humanitaria en medio de condiciones volátiles. A pesar de estas serias acusaciones, el GHF afirmó que ningún ciudadano era el objetivo o dañado.