El Parlamento de Nueva Zelanda fue escenario de un momento inesperadamente intenso durante una sesión reciente, tras el discurso inaugural de Oriini Kaipara, el miembro más reciente del Partido Maorí. La atmósfera cambió dramáticamente cuando aquellos en la galería pública prorrumpieron en un haka no autorizado, una danza tradicional maorí, mientras Kaipara se dirigía a la Cámara. Esta exhibición llamó la atención del presidente Gerry Brownlee, quien visiblemente luchó por mantener el orden y dijo: “No, eso no”, en un aparente intento de sofocar la celebración.
Kaipara, que ingresó al parlamento en septiembre para cubrir un escaño vacante, pronunció su discurso inaugural el jueves, marcando un hito importante para ella y su partido. Hubo una recepción de bienvenida, con varios parlamentarios cantando una canción maorí previamente aprobada destinada a honrar la entrada de Kaipara. Sin embargo, el decoro planeado se vio abruptamente alterado cuando comenzó la haka: una actuación que no había sido aprobada de antemano.
A medida que crecía el entusiasmo de la multitud, algunos parlamentarios incluso se unieron al improvisado haka, exacerbando la situación y provocando la visible frustración de Brownlee. Sus intentos de recuperar el control del proceso culminaron con la decisión de suspender la sesión en medio del caos. Expresó la necesidad de investigar el incidente para determinar si los parlamentarios tenían conocimiento previo del haka espontáneo, calificando las acciones de despectivas.
En el Parlamento de Nueva Zelanda, cualquier forma de canción o danza debe cumplir con reglas establecidas que requieren aprobación; Si bien la canción cantada en honor de Kaipara fue sancionada, el haka se omitió explícitamente en acuerdos anteriores. El Partido Maorí, conocido como Te Pati Maori, ha utilizado tradicionalmente actuaciones como el haka para afirmar el orgullo indígena y contrarrestar las normas de gobierno de la era colonial. Profundamente arraigado en la cultura maorí, el haka se ha convertido en un símbolo de la herencia indígena de Nueva Zelanda y se representa regularmente en diversos eventos, el más famoso de los cuales es el del equipo nacional de rugby, los All Blacks.
Este incidente no es un incidente aislado. Un escenario similar se desarrolló en noviembre del año pasado, cuando tres representantes del Partido Maorí realizaron espontáneamente un haka durante una controvertida votación sobre un proyecto de ley sobre reinterpretaciones del Tratado de Waitangi, firmado en 1840. Sus acciones, consideradas disruptivas en ese momento, llevaron a suspensiones históricamente significativas para los involucrados.
El reciente haka, no autorizado, es un recordatorio de la complicada relación entre las expresiones culturales maoríes y el funcionamiento oficial del Parlamento de Nueva Zelanda, y resalta las tensiones actuales en torno a la representación, el patrimonio y la interacción de la tradición dentro de la gobernanza moderna.