La corte federal limita la capacidad de los oficiales de inmigración para retener sobre la base de la raza o el idioma


Una decisión importante de un tribunal federal en el sur de California ha establecido un precedente con respecto al tratamiento de los individuos por parte de los oficiales de inmigración, y enfatiza que la raza o el lenguaje no pueden ser la única base para mantener a las personas sospechosas de violaciones de inmigración. El juez de distrito Ewusi-Mensah Frimpong dio una prohibición temporal de la casa en respuesta a una demanda presentada por tres hombres que fueron arrestados mientras esperaban una parada de autobús de Pasadena en Werkkansansen el 18 de junio. Otras dos personas también fueron sostenidas por oficiales a pesar de la reclamación de su ciudadanía estadounidense.

El mando de Frimpong prohíbe los recursos de inmigración específicamente retener a las personas, a menos que tengan una sospecha razonable de que la persona rompe la legislación de inmigración estadounidense. La declaración deja en claro que esta sospecha no solo puede basarse en el aspecto racial o étnico, el lenguaje hablado, la presencia en lugares específicos (como paradas de autobús o sitios de recogida para el trabajo) o la naturaleza del trabajo de alguien.

En su decisión, el juez articuló que los derechos centrales, tal como están protegidos por las enmiendas cuarta y quinta, se extienden a todos los individuos, independientemente de su estado migratorio. Ella declaró inequívocamente que realizar paradas solo es ilegal en función de la raza, en la que las preguntas y la detención agresivas están involucradas sin una causa justificada.

La demanda, que mencionó los funcionarios del Ministerio de Seguridad Interior e Inmigración y la Control de Aduanas, se produjo en medio de una mayor aplicación de inmigración bajo el gobierno de Trump, en particular en Los Ángeles y el sur de California. La Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU) del sur de California saludó a la prohibición de la casa como una victoria para los derechos constitucionales. El abogado de personal superior Mohammad Tajsar declaró que todos tienen derecho a protección contra paradas ilegales, independientemente de sus antecedentes.

Al hacer su declaración, Frimpong estaba preocupado por las acciones de los oficiales federales de inmigración, con énfasis en la falta de sospechas razonables en sus prácticas. Indicó que la evidencia presentada ante el tribunal sugirió que los reclamantes probablemente tendrían éxito en probar su caso.

Las respuestas del liderazgo local enfatizaron las tensiones constantes en torno a los esfuerzos federales de inmigración. El gobernador de California Gavin Newsom y alcalde de Los Ángeles Karen Bass criticaron las tácticas federales y pudieron alentarlos como motivados políticamente e inductores de ansiedad. Bass condenó explícitamente las prácticas invasivas de los agentes de inmigración y las describió como ataques contra la comunidad.

En general, esta declaración es un momento crucial en el debate en curso sobre la aplicación de la inmigración y las libertades civiles, ya que los abogados intentan responsabilizar a las autoridades federales de las acciones que se consideran ilegales y contrarias a los valores que se establecen en la constitución. Es probable que las implicaciones de esta decisión resuenen fuera del sur de California, lo que influye en cómo se mantiene la legislación de inmigración a nivel nacional.



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