Varias publicaciones destacan las consecuencias del reciente discurso de la Canciller Rachel Reeves, en el que dejó abierta la posibilidad de revertir la promesa laborista de no aumentar el impuesto sobre la renta. En medio de la creciente especulación, el líder conservador Kemi Badenoch reaccionó bruscamente, afirmando que Gran Bretaña vio el discurso de Reeves «con horror», acusándola de echar la culpa de los problemas del país a otros, según el Daily Express.
Si se implementa un aumento del impuesto sobre la renta, sería el primero desde 1975, desafiando una tradición de 50 años en contra de la medida, informa el i Paper. Los economistas citados en la publicación sugieren que Reeves podría necesitar implementar un aumento del impuesto sobre la renta de 2 peniques para fortalecer las finanzas públicas de Gran Bretaña y evitar futuras cargas presupuestarias. «Todos vamos a tener que hacer nuestra parte», dijo Reeves, según informó el Times, donde enfatizó que se priorizaban los «intereses nacionales» sobre el «oportunismo político».
El Daily Mail, por otro lado, ridiculizó el discurso, calificándolo de «bomba de gofre». El periódico también criticó al Partido Laborista por lo que llamó «vandalismo educativo», cuando los ministros anunciaron planes para eliminar varias reformas educativas conservadoras, incluidas reducciones en los exámenes GCSE y una simplificación de las pruebas en las escuelas primarias. El Daily Mirror presentó un llamamiento de los sindicatos que instaban a Reeves a centrarse en gravar a los ricos antes que apuntar a los trabajadores comunes, junto con comentarios sobre el título de caballero de Sir David Beckham.
El Daily Star llamó la atención con un titular que declaraba: “Rach provoca ira por los aumentos de impuestos”, destacando la esperada política fiscal de la Canciller en su primer discurso previo al presupuesto en medio siglo. Mientras tanto, el Independent señaló que un grupo de expertos advirtió que incluso un aumento de impuestos de 2 peniques propuesto podría ser insuficiente para resolver los problemas financieros del país.
En marcado contraste, el título de caballero de Sir David Beckham recibió mucha atención de los medios. The Sun informó sobre la emotiva reacción de Beckham ante el honor, afirmando que «lloró durante meses» cuando recibió la noticia. The Guardian documentó que Beckham calificó el título de caballero como «mi momento de mayor orgullo», al tiempo que destacó la declaración del secretario de Salud, Wes Streeting, sobre la creciente incidencia del racismo en el NHS, que describió como «socialmente aceptable».
Además, la presión en torno a la dirección de la BBC aumentó tras la filtración de un expediente que alegaba un sesgo editorial «grave y sistémico». Badenoch enfatizó que la responsabilidad es necesaria y llamó a los ejecutivos a afrontar la situación. Un portavoz de la BBC reconoció la seriedad de los comentarios, pero se abstuvo de discutir los documentos filtrados.
Finalmente, Metro celebró un acto heroico del trabajador del equipo ferroviario del LNER, Samir Zitouni, quien salvó vidas durante un ataque reciente en Cambridgeshire. Su familia lo describió como “siempre un héroe”, sentimiento que tuvo amplio eco cuando recibió elogios por su valentía.
El próximo Presupuesto sigue siendo un foco de atención mientras el Canciller Reeves navega por las traicioneras aguas de la política fiscal, con importantes implicaciones para las ambiciones electorales de los laboristas y el panorama socioeconómico más amplio de Gran Bretaña.



