Unos 250 agentes fronterizos federales se están preparando para lanzar una operación de inmigración masiva en Nueva Orleans que afectará a unas 5.000 personas durante los próximos dos meses. La iniciativa, conocida como “Swamp Sweep”, se lanzará el 1 de diciembre de 2023 y es parte de una tendencia más amplia de medidas de inmigración intensificadas en todo el país destinadas a cumplir la promesa de la administración Trump de deportaciones masivas.
La operación se lleva a cabo en Luisiana, donde el gobernador republicano Jeff Landry, un aliado cercano del expresidente Donald Trump, ha tratado de alinear las políticas de inmigración del estado con las estrategias federales de aplicación de la ley. Esta dinámica podría conducir a posibles enfrentamientos con funcionarios de Nueva Orleans, que históricamente se han resistido a las medidas federales de inmigración.
Gregory Bovino, el comandante de la Patrulla Fronteriza asignado para encabezar la operación en Luisiana, ha ganado notoriedad por su participación en varias medidas enérgicas contra la inmigración a gran escala y ha generado críticas por sus tácticas. Su nombramiento subraya la importancia que la administración otorga a Luisiana como primera línea de los esfuerzos de aplicación de la ley.
Si bien el Departamento de Seguridad Nacional se ha abstenido de comentar sobre los detalles específicos de “Swamp Sweep”, la portavoz Tricia McLaughlin enfatizó la necesidad de mantener la seguridad operativa para las fuerzas del orden.
Las experiencias pasadas de Bovino en ciudades como Chicago, donde enfrentó reacciones violentas por engañar a los tribunales y utilizar tácticas agresivas, han generado preocupación entre los críticos. Sus operaciones recientes han incluido arrestos controvertidos en Los Ángeles y una agresiva represión en Carolina del Norte que involucró a agentes federales apuntando a espacios públicos y privados.
La preparación para la “barrida del pantano” incluye una planificación extensa, con equipos de la Patrulla Fronteriza movilizándose en vecindarios y áreas comerciales en todo el sureste de Luisiana, incluidas las parroquias de Jefferson, St. Bernard y St. Tammany, que se extienden hasta Baton Rouge y el sureste de Mississippi. Se espera que los agentes lleguen a Nueva Orleans para determinar la preparación antes del feriado de Acción de Gracias, con un lanzamiento operativo completo a principios de diciembre.
Los funcionarios federales están estableciendo una serie de áreas de preparación, incluido un puesto de mando en la oficina local del FBI en Nueva Orleans y una base naval destinada a almacenar vehículos y equipos, junto con municiones como gases lacrimógenos y bolas de pimienta. Además, el Departamento de Seguridad Nacional ha solicitado acceso a una base aérea naval local para la próxima operación.
Cuando comience la “barrida del pantano”, Luisiana será un campo de pruebas crítico para la estrategia nacional de deportación de la administración Trump, lo que resaltará la creciente división entre las autoridades federales comprometidas con la aplicación de la ley de inmigración a gran escala y los funcionarios locales que se oponen a tales medidas.



