La administración Trump ha rechazado firmemente los llamados a utilizar alrededor de $5 mil millones en fondos de emergencia para mantener la ayuda alimentaria hasta noviembre en medio del actual cierre del gobierno, según un memorando reciente del Departamento de Agricultura. Este documento afirma que los estados que podrían cubrir temporalmente los costos de estos beneficios no serán reembolsados, lo que genera preocupación sobre la posible interrupción del Programa de Asistencia Nutricional Suplementaria (SNAP), que apoya a casi uno de cada ocho estadounidenses con acceso a alimentos.
Los legisladores demócratas y varios grupos de defensa habían instado a la administración a utilizar estos fondos de emergencia para continuar cubriendo los beneficios de SNAP durante el próximo mes. Sin embargo, el memorando de dos páginas afirma categóricamente que estos fondos “no están legalmente disponibles para cubrir beneficios regulares”. La decisión ha aumentado los temores entre los legisladores sobre el impacto del cierre en la seguridad alimentaria.
El memorando especifica que los fondos de emergencia están destinados a situaciones de emergencia, como ayudar a las personas afectadas por desastres. Como ejemplo se cita la tormenta tropical Melissa, que amenaza con convertirse en un huracán importante, lo que subraya la necesidad de contar con recursos para una movilización rápida en escenarios de desastre.
La correspondencia de la administración culpa del cierre actual, que comenzó el 1 de octubre, a los demócratas en el Congreso, alegando que los beneficios SNAP de noviembre se pagarían a tiempo si no se obstaculizara la financiación. En respuesta, Hakeem Jeffries, líder demócrata de la Cámara de Representantes, expresó su incredulidad y afirmó que el gobierno tiene los recursos para garantizar que ningún estadounidense enfrente hambre el 1 de noviembre. Condenó la posición republicana como un intento de «convertir el hambre en un arma» y calificó cualquier interrupción de la ayuda alimentaria como un «repugnante abandono del deber».
A la luz de la situación actual, los miembros demócratas tanto de la Cámara de Representantes como del Senado han apelado formalmente a la Secretaria de Agricultura, Brooke Rollins, instándola a utilizar fondos de emergencia para cubrir la mayor parte de los beneficios de noviembre. En una carta firmada por 214 demócratas de la Cámara de Representantes, afirmaron que no garantizar los beneficios SNAP para quienes los necesitan constituiría una flagrante negligencia de responsabilidad hacia los ciudadanos estadounidenses.
Las directrices del Departamento de Agricultura que surgieron recientemente parecen entrar en conflicto con un plan operativo anterior de 55 páginas elaborado para escenarios de cierre. Este plan sugirió que el Congreso tenía la intención de continuar las operaciones de SNAP, asignando fondos de emergencia de varios años destinados a mantener los gastos administrativos estatales y los beneficios de los participantes durante el vencimiento de los fondos del año fiscal. Sin embargo, la guía recientemente disponible establece que el fondo de emergencia no está destinado a respaldar los beneficios para el año fiscal actual, citando la falta de asignaciones para beneficios regulares.
El actual cierre del gobierno fue causado por la incapacidad de promover una medida de financiación a corto plazo en el Senado, lo que lo convierte en uno de los cierres más largos en la historia de Estados Unidos. A medida que se desarrollaba esta crisis, la administración ya había tomado precauciones para garantizar que los beneficios de SNAP se pagaran en octubre mientras los estados y legisladores esperaban claridad sobre el futuro.
Cada estado administra el programa SNAP, lo que lleva a algunos, como los de Luisiana, Vermont y Virginia, a comprometerse a mantener la asistencia alimentaria para los beneficiarios a pesar de las incertidumbres del programa federal. Por el contrario, otros estados han considerado utilizar sus propios recursos para continuar con el programa, aunque muchos enfrentan importantes obstáculos burocráticos. En Arkansas, los funcionarios han comenzado a aconsejar a los beneficiarios de SNAP que se preparen para posibles interrupciones identificando los bancos de alimentos locales y buscando ayuda de amigos y familiares.



