El líder de Noord, Kim Jong Un, ha compartido su percepción del presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, y enfatiza que aún conserva «buenos recuerdos» de sus interacciones. Durante un discurso para el parlamento de Pyongyang, Kim Washington pidió unirse a su demanda de desnuclearización de Noord -Corea como condición durante mucho tiempo para reiniciar la diplomacia estancada.
Kim enfatizó su falta de interés en reiniciar el diálogo con Corea del Sur, el aliado más importante de los Estados Unidos en la región, que fue la clave en las cima entre él y Trump. Este enfriamiento en las relaciones con Seúl aumentó después del colapso del segundo pico con Trump en 2019, que se derrumbó debido a los desacuerdos sobre las sanciones impuestas por los Estados Unidos. Desde entonces, las tensiones en la península han aumentado, en gran parte debido a la aceleración del programa Kim Arms y la creciente coordinación con Rusia en el contexto de la guerra en Ucrania.
Los comentarios de Kim tuvieron lugar en un momento crucial, desde el presidente surcoreano Lee Jae Myung, en su camino a Nueva York para participar en la reunión general de la ONU. Se espera que las tensiones nucleares estén abordando y las llamadas de Noord -Corea para restablecer las negociaciones.
Del mismo modo, hay especulaciones de que Trump visitará Corea del Sur el próximo mes para asistir a la Cumbre de Cooperación Económica de Asia y el Pacífico y podría intentar una nueva reunión con Kim en la frontera entre coreanos, similar a la que realizaron en 2019, aunque ese intento no progresó significativamente en la diplomacia nuclear.
En su discurso, Kim nuevamente confirmó que no tiene la intención de indicar su programa de armas nucleares que considera crucial para la supervivencia de su régimen. Él dijo: «El mundo ya sabe lo que Estados Unidos está haciendo después de obligar a otros países a renunciar a sus armas nucleares y desarme. Nunca dejaremos nuestras armas nucleares …
Además, enfatizó que no ve ninguna razón para no reanudar las conversaciones con los Estados Unidos si deja lo que describe como una «obsesión del engaño» para la desnuclearización. Kim ha intensificado las pruebas de armamento en los últimos años y crea una variedad de armas que pueden atacar a los aliados de los Estados Unidos en Asia y los Estados Unidos.
Los expertos indican que este impulso nuclear tiene como objetivo presionar a Washington para aceptar Corea del Norte como energía nuclear, que intentan negociar desde una posición de poder. Al mismo tiempo, Kim intenta consolidar su influencia fortaleciendo las relaciones con aliados tradicionales como Rusia y China.
Durante este período, Kim apoyó la Guerra de Vladimir Putin en Ucrania enviando tropas y suministros militares, y su reciente visita a Beijing, donde compartió el escenario con Putin y el presidente chino Xi Jinping, refleja su intención de aumentar su influencia estratégica.
Las autoridades en Seúl están cada vez más preocupadas por la posibilidad de que su país pierda relevancia en los esfuerzos futuros para eliminar las tensiones nucleares, porque el Norte parece buscar una negociación directa con Washington. Este miedo ha crecido especialmente desde que Kim anunció el objetivo tradicional de unificación del Pacífico con Corea del Sur y ordenó ajustes constitucionales para consolidar la visión de Seúl como un enemigo permanente.