El ex asesor de seguridad nacional John Bolton, quien ocupó el cargo durante el primer mandato del presidente Donald Trump, respondió a su reciente acusación negando con vehemencia todas las acusaciones de irregularidades. Bolton se caracterizó a sí mismo como el «último objetivo» del Departamento de Justicia, sugiriendo que la acusación es parte de una vendetta más amplia orquestada por Trump contra individuos que considera adversarios. Calificó la acción legal como un «abuso de poder».
La acusación, emitida por un gran jurado federal, acusa a Bolton de malversar documentos clasificados, incluida supuestamente la divulgación no autorizada de billetes de banco a través de mensajes electrónicos. Se dice que estas notas contienen información confidencial procedente de debates de alto nivel, interacciones con líderes extranjeros y sesiones informativas de inteligencia. Esta acción legal sigue a una redada del FBI en la casa de Bolton en Maryland y en la oficina de Washington a principios de este verano, durante la cual los agentes descubrieron varios documentos marcados como «secretos», «confidenciales» y «secretos», algunos de los cuales estaban relacionados con armas de destrucción masiva.
El abogado de Bolton, Abbe Lowell, insistió en que su cliente no compartió ilegalmente ni hizo mal uso de material confidencial. En un comunicado, Bolton destacó sus cuatro décadas de dedicación a la política exterior y la seguridad nacional estadounidense, y enfatizó su compromiso con estos principios durante su mandato en la administración Trump. Dijo que su renuncia a la administración se produjo cuando le resultó inviable mantener esos objetivos, lo que sugiere que las represalias de Trump contra él comenzaron en ese momento.
Bolton dijo que antes de las elecciones de 2020, Trump intentó bloquear la publicación de su libro «The Room Where It Happened», enmarcando el esfuerzo como parte de la campaña en curso de Trump contra él. Reiteró que ha sido víctima de lo que considera una politización del Departamento de Justicia y sugirió que los cargos que ahora se presentan contra él habían sido desestimados o tergiversados anteriormente.
A medida que se desarrolla la situación, los comentarios de Bolton apuntan a una historia más amplia de conflicto político y represalias dentro de la administración anterior, lo que plantea dudas sobre las implicaciones del uso de mecanismos legales contra figuras políticas.