Investigadores de QUT descubren procesos biológicos clave para la fijación de corales, lo que mejora los esfuerzos de recuperación


Investigadores de la Universidad Tecnológica de Queensland (QUT) han realizado descubrimientos innovadores sobre los procesos biológicos que permiten que los corales se adhieran de forma segura a las superficies de los arrecifes, un hallazgo que tiene importantes implicaciones para mejorar los esfuerzos de restauración de corales en todo el mundo.

Publicado en Ciencia abierta de la Royal SocietyFundó el estudio, dirigido por el Dr. Brett Lewis de la Escuela de Ciencias de la Tierra y la Atmósfera de la QUT, y se centró en los mecanismos de unión de fragmentos de tres especies de coral: Montipora mollis, Pocillopora verrucosa y Acropora millepora. El Dr. Lewis enfatizó la naturaleza crítica de este estudio, señalando que la supervivencia y recuperación de los arrecifes de coral a menudo depende de la capacidad de los fragmentos rotos para volver a unirse y crecer, un proceso que durante mucho tiempo ha estado envuelto en un misterio a pesar de décadas de investigación científica.

El equipo de investigación, formado por el profesor Peter Prentis y el profesor asociado Luke Nothdurft, trabajó con expertos como la Dra. Crystal Cooper de la Universidad de Australia Occidental y el profesor David Suggett de la Universidad Tecnológica de Sydney. Su extenso análisis reveló una secuencia de tres fases que sufren los fragmentos de coral cuando se vuelven a unir a los sustratos de los arrecifes.

La fase inicial implica una respuesta inmune en la que los tejidos del coral reaccionan al contacto con el sustrato, esencialmente volteándose del revés para facilitar la adhesión. Después de esto, los fragmentos se anclan al nuevo tejido blando. En la etapa final, se desarrolla un esqueleto que fortalece la adhesión, utilizando apéndices especializados que crecen sobre el arrecife mientras neutralizan los patógenos e inhiben a otros organismos competidores.

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Utilizando técnicas avanzadas de microscopía, el equipo pudo capturar imágenes detalladas de estos pasos cruciales en la biología de las células de coral. Este análisis reveló importantes diferencias específicas de cada especie en la velocidad y fuerza con la que los corales se adhieren al arrecife. El Dr. Lewis señaló que si bien el proceso general de unión sigue siendo constante entre especies, las variaciones biológicas específicas desempeñan un papel importante a la hora de determinar la eficacia con la que cada tipo de coral puede establecerse.

Montipora mollis mostró un apéndice más grande y complejo, lo que resultó en una unión más rápida y fuerte en comparación con Pocillopora verrucosa, que tenía un apéndice más delgado que se desarrolló más lentamente, lo que llevó a una unión inicial más débil.

Otro aspecto intrigante de la investigación involucró los filamentos mesentéricos: pequeñas estructuras en forma de hilos que forman parte de la anatomía interna del coral. Estos filamentos parecían desempeñar un papel más diverso e importante de lo que se pensaba anteriormente, ayudando a los fragmentos de coral a prepararse para la adhesión al digerir el exceso de tejido. Este proceso de autodigestión sugiere una función crucial no sólo en la fijación, sino también en la resiliencia general y la recuperación de los corales bajo estrés o daño.

El Dr. Lewis enfatizó que este estudio lleva los esfuerzos de restauración más allá de los enfoques estándar, abogando por estrategias específicas basadas en las necesidades y características específicas de las diferentes especies de coral. Al comprender las diferencias celulares y esqueléticas que influyen en los procesos de unión, los investigadores esperan predecir qué corales prosperarán en diferentes entornos y, en última instancia, ajustarán las estrategias de recuperación.

La investigación fue apoyada por el Programa de Capacitación en Investigación del Gobierno Australiano y el Programa de Restauración y Adaptación de Arrecifes, en asociación con la Fundación de la Gran Barrera de Coral. Los hallazgos contribuirán significativamente a los esfuerzos de conservación de los arrecifes de coral, proporcionando conocimientos que pueden promover la resiliencia de estos ecosistemas marinos vitales a medida que enfrentan presiones ambientales cada vez mayores.



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