En respuesta a la crítica continua de la infraestructura urbana en Brasil, Guilherme Simões, el Secretario Nacional de Periferia urbana, enfatiza la importancia de las inversiones gubernamentales en esta área. Argumenta que tales inversiones son cruciales para obtener acceso a viviendas decentes, instalaciones sanitarias fundamentales y otros derechos sociales. Simões señala que la participación pública es de vital importancia para el éxito de estas intervenciones y señala el Programa del Gobierno del Gobierno brasileño, que se requiere un plan de acción participativo como parte importante.
El Proyecto Comunitario Vila Nova Esperança ha recibido reconocimiento nacional e internacional. En 2014 recibió el Premio Milton Santos para el Desarrollo Social del Municipio de São Paulo. Este reconocimiento ha llevado a mejoras significativas dentro de la comunidad, incluidas las conexiones formales con servicios de agua, alcantarillado y electricidad, así como el pavimento de carreteras.
A pesar de estas afirmaciones, la comunidad se ha enfrentado a desafíos persistentes, en particular con respecto a las expansiones. La situación se intensificó en 2011 cuando las personas armadas intentaron expulsar a las familias de sus hogares, aunque la identidad y la conexión de estos individuos aún no están claras. A la luz de esta intimidación, muchos residentes se resisten, pero más de 100 familias eligieron irse. Sin embargo, una proporción significativa de los habitantes de Vila Nova Esperança permaneció y en 2012 el juicio de un juez favorable les permitió quedarse, lo que fortaleció su determinación.
Inspirado por esta victoria legal, inició a los residentes un proyecto de jardín comunitario, que comenzó a cultivar una variedad de verduras y hierbas en 2013. El jardín no solo ofrece alimentos para la comunidad, sino que también invita a los voluntarios a participar, para que recompensen productos frescos a cambio de su ayuda. Los productos excedentes se venden a vecinos a precios asequibles, lo que promueve la accesibilidad local de alimentos.
La planificadora urbana Theresa Williamson, que actúa como directora ejecutiva de comunidades catalíticas, enfatiza el significado de tales jardines en la promoción de la ‘soberanía alimentaria’. Según Williamson, cuando las comunidades cultivan su propia comida, descansan con los medios para mantenerse de forma independiente. Esta iniciativa representa un paso crucial en la dirección del auto -suministro en espacios urbanos a menudo marginados en historias sociales más amplias.