Un informe preliminar recientemente publicado de la Oficina de Investigación de Accidentes Aéreas de la India ha controlado a Air India y su empresa matriz, Tata Group, reforzado después del trágico accidente del mes pasado de un Boeing 787-8 Dreamliner. La investigación indica que poco después de despegar, los interruptores de cabina que organizaron el flujo de combustible a la aeronave de la aeronave, se colocaron para «cerrar». Dentro del registro de la cabina, un piloto le pregunta al otro sobre el corte, al que el otro piloto niega cada acción.
Esta revelación ha llevado a especulaciones nacionales e internacionales con respecto al potencial de error piloto o incluso a un acto deliberado que contribuye al accidente. Los sindicatos de los pilotos indios, por otro lado, han defendido a la tripulación vocalmente y afirman que la investigación beneficia injustamente la teoría del error piloto.
La demanda de respuestas está creciendo a un ritmo alarmante, especialmente porque los hallazgos provisionales no especifican qué piloto ha realizado los comentarios o proporciona citas directas de su conversación. Bjorn Fehrm, ingeniero espacial y analista, criticó la falta de claridad del informe, lo que sugiere que daña la reputación de Air India.
Campbell Wilson, director ejecutivo de Air India, reconoció la doble naturaleza del informe en un memorando del personal, que declaró que trajo claridad y al mismo tiempo planteó más preguntas. Insistió en llegar a conclusiones porque la investigación está en marcha.
Ambos sindicatos piloto han expresado su insatisfacción con la transparencia de la investigación, por lo que la Asociación de Pilotos de la Aerolínea de la India afirma un sesgo para sugerir un error piloto. Mientras tanto, el discurso público ha tenido defensas de la tripulación de la cabina, con comentaristas que argumentan en contra de lo que consideran un intento conjunto de ver a los pilotos.
El informe provisional no se da cuenta de que tanto el Capitán, Sumeet Sabharwal, como el primer oficial, Clive Kerner, tuvo una considerable experiencia en vuelo como en las pruebas de alcoholímetro. Además, enfatizó que no se detectaron problemas mecánicos con la aeronave y que se completaron todas las tareas de mantenimiento.
También hay preguntas dirigidas a Boeing, con asesores legales para familias de las víctimas que sugieren que el cierre de combustible puede haber tenido lugar sin conocimiento del piloto debido a posibles problemas en los sistemas de Boeing. Esta preocupación refleja las advertencias anteriores emitidas por la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos con respecto a una posible desconexión de la seguridad del combustible de seguridad, aunque no se consideraron necesarias inspecciones obligatorias en ese momento.
Con Air India que trabaja para reconstruir su imagen después de la adquisición de Tata Group en 2022, el accidente agrega una presión considerable a sus esfuerzos, en particular con respecto a la confianza de los pasajeros y las continuas transformaciones de servicios. Las secuelas inmediatas del desastre han visto una reducción en los servicios internacionales en un 15% para mejorar las inspecciones, incluso mientras muchos vuelos permanecen completamente reservados debido a la falta de aviones disponibles en el mercado de vuelos competitivos.
Aunque la tragedia ha llevado a un mayor control y especulación, Air India sigue siendo un jugador esencial en el creciente sector de aviación de la India y tiene una parte considerable del mercado interno en medio de una creciente demanda de viajes aéreos. A medida que la investigación continúa, los expertos en la industria esperan que una investigación completa pueda extenderse hasta un año, y las consecuencias para Air India y Tata Group son probablemente profundas y permanentes.