Hamás e Israel alcanzan un histórico intercambio de prisioneros en virtud de un acuerdo de alto el fuego


En un acontecimiento importante tras la reciente escalada del conflicto, Hamás e Israel han negociado con éxito un acuerdo de intercambio de prisioneros facilitado por un acuerdo de alto el fuego. Este acuerdo resultó en la liberación de casi 2.000 palestinos detenidos por Israel, además del traslado de veinte prisioneros israelíes retenidos en la Franja de Gaza.

Las celebraciones estallaron en todo Israel el lunes por la mañana cuando se conoció la noticia de que el primer grupo de siete prisioneros israelíes había sido entregado al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR). El ejército israelí confirmó más tarde que otros trece prisioneros –capturados durante el ataque liderado por Hamás el 7 de octubre– también fueron liberados. Además, el ala militar de Hamás anunció que poco después trasladaría los restos de cuatro prisioneros fallecidos.

Entre los palestinos liberados había aproximadamente 1.700 personas que habían estado detenidas sin cargos durante el conflicto, además de otras 250 ya encarceladas en instalaciones israelíes. Sin embargo, la liberación trajo una realidad agridulce para muchas familias, ya que 154 de las personas liberadas fueron enviadas al exilio como parte del acuerdo.

En el sur de Gaza, se desarrollaron escenas en Khan Younis, donde multitudes se reunieron cerca del Hospital Nasser para dar la bienvenida a los prisioneros liberados, quienes, según informes, fueron sometidos a duras condiciones durante su encarcelamiento. Había equipos médicos disponibles para evaluar la salud de los liberados. Un prisionero liberado, Shadi Abu Seed, contó impactantes historias de abusos y dijo: “He tenido hambre durante los últimos dos años… nos mantuvieron desnudos… nos torturaron”.

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Las familias de la región esperaban con ansias el reencuentro con sus seres queridos. Yasser Abu Azzoum, cuyo hijo Mohammed, de 23 años, fue liberado, expresó su inmensa alegría: “No puedo hablar correctamente porque estoy abrumado por la alegría”.

Mientras tanto, una multitud vitoreadora en Ramallah, en la Cisjordania ocupada, también saludó a otro grupo de prisioneros palestinos que habían sido liberados.

En Israel, el Ministerio de Asuntos Exteriores anunció que todos los prisioneros vivos habían regresado sanos y salvos a suelo israelí. Entre ellos se identificaron individuos como Guy Gilboa-Dalal, Eitan Mor y otros que fueron liberados en el primer grupo y luego también en el grupo posterior. Las familias se reunieron en medio de escenas emotivas antes de que los prisioneros liberados fueran llevados a instalaciones médicas para una evaluación más exhaustiva. Los informes indicaron que los prisioneros se encontraban en buenas condiciones y que algunos parecían “grandes, aunque delgados y pálidos”, según lo describieron sus familiares.

El telón de fondo de este intercambio de prisioneros es la actual crisis humanitaria en Gaza, donde el conflicto ha provocado una devastadora pérdida de vidas y un sufrimiento generalizado, matando al parecer a más de 67.800 personas. Se espera que el alto el fuego cree una oportunidad para que una importante ayuda humanitaria ingrese a Gaza, donde la hambruna está surgiendo en medio del bloqueo en curso.

En un acontecimiento relacionado, el presidente estadounidense Donald Trump, cuya administración jugó un papel crucial en la orquestación del intercambio de prisioneros, visitó Israel para pronunciar un discurso ante la Knesset. Su discurso fue interrumpido temporalmente por manifestantes que pedían el reconocimiento de Palestina. Trump se refirió a los acontecimientos que se estaban desarrollando como un “amanecer histórico de un nuevo Medio Oriente” y elogió a los líderes regionales por su cooperación para presionar a Hamás para que liberara a los rehenes.

Trump describió la situación actual como una oportunidad para cambiar el enfoque hacia esfuerzos constructivos para los palestinos, promoviendo una narrativa de reconstrucción por encima del conflicto. Aunque recibió aplausos en la Knesset, no abordó la cuestión de larga data del Estado palestino.

Después de su discurso, Trump viajó a Sharm el-Sheikh, Egipto, para copresidir una cumbre internacional a la que asistieron destacados líderes mundiales, mientras que el primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, optó por no asistir al evento a pesar de una invitación. Se espera que los acontecimientos derivados de este intercambio de prisioneros y del alto el fuego influyan en la trayectoria de las relaciones entre las partes involucradas y en la situación humanitaria en Gaza en un futuro próximo.



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