En un giro inquietante de los eventos esta semana, una comunidad rural en Guatemala tomó sus propias manos después de una serie de devastadores terremotos. Los residentes de Santa María de Jesús, seriamente afectados por los desastres naturales, acusaron a cinco hombres de saquear casas que ya habían sido dañadas.
Según el Ministerio del Interior de Guatemaltie, la comunidad se organizó para detectar a los presuntos ladrones. Cuando las autoridades llegaron para mantener a los sospechosos, recibieron resistencia de los residentes que formaron un bloqueo para evitar la intervención. En una noche llena de violencia, los hombres fueron golpeados con palos y piedras por miembros enojados de la comunidad, y la situación se convirtió en niveles fatales mientras los hombres fueron quemados.
La comunidad de Santa María de Jesús continúa luchando con las secuelas de los terremotos, que golpeó el martes y los dejó sin electricidad y acceso a agua potable. La actividad sísmica resultó en la muerte de al menos siete personas en todo el país, lo que enfatizó las terribles circunstancias que muchos han depositado en la desesperación.
Si bien las autoridades están luchando con las consecuencias tanto del desastre natural como de la respuesta de la comunidad, no ha habido informes inmediatos de arrestos con respecto a los linchamientos. Los trágicos eventos reflejan una creciente preocupación por la seguridad pública y el desglose de la ley y el orden después de los terremotos, mientras que las comunidades tienen dificultades para recuperarse de la destrucción y al mismo tiempo proteger los suyos.