Estados Unidos ha ampliado considerablemente su apoyo militar a Estonia por el doble del número de lanzadores de Rocket System (HIMARS) de alta movilidad M142 a 12 y aumentando considerablemente las existencias de cohetes ATACMS y GMLRS de largo alcance. Este paso es parte de una respuesta estratégica a las actividades militares rusas intensificadas en la región báltica, destinada a fortalecer la defensa oriental de la OTAN y mejorar las opciones disuasivas.
El paquete HIMAR actualizado se produce en medio de las necesidades urgentes de Estonia para mejorar su deterioro militar, para que pueda afectar los objetivos críticos que van mucho más allá de sus límites. Este sistema es particularmente notable debido a su versatilidad, lo que significa que son posibles transiciones rápidas entre múltiples tipos de municiones. El M142 puede disparar vainas de seis rondas de cohetes guiados y algunos cohetes Atacms, ofreciendo una pequeña fuerza con la posibilidad de una ejecución rápida de ataques de saturación y precisión.
Estland había preguntado previamente a seis lanzadores de HIMARS, pero esta reciente expansión es un aumento dramático en la capacidad de combate, lo que indica un cambio de una presencia militar simbólica a un poder operativo robusto que está listo para la participación persistente.
Los sistemas HIMARS se caracterizan por su velocidad y movilidad, construidas en un chasis de camiones táctico mediano. Tienen un sistema de incendios totalmente digital que está integrado con GPS y navegación de lentitud, lo que hace posible la implementación rápida y la implementación operativa eficiente. Esta implementabilidad es particularmente beneficiosa en la región báltica, donde la de HIMAR puede volar a través de aviones C-130 y se puede maniobrar sobre las densas redes de carreteras del área.
Los Rockets GMLRS ofrecen Estonia de opciones de ataque de precisión dentro de una serie de 70 a 80 kilómetros, mientras que la variante para los objetivos de distancia extendida hace que sea posible que se encienda a 120 kilómetros de distancia. Este alcance permite a las tropas estonio centrarse efectivamente en activos logísticos importantes a través de la frontera sin poner en peligro su avión. El almacenamiento de POD sellado también agiliza el tratamiento y los procesos de recarga, crucial para mantener el ritmo operativo en medio de amenazas dinámicas.
Los cohetes Atacms, con un rango de aproximadamente 300 kilómetros, fortalecen aún más las opciones de ataque de Estonia, lo que les permite pasar a objetivos de alta calidad, como posiciones de comando y sistemas antiaéreos en el área enemiga. Con un inventario adecuado, los planificadores militares estonios pueden orquestar una serie de huelgas: usar GMLR al principio para neutralizar las amenazas inmediatas antes de que se sigan los ATACM para obtener objetivos más estratégicos.
El uso de 12 hIMARS -Launchers, extendidos estratégicamente sobre ubicaciones ocultas, obligaría a los oponentes a realizar búsquedas extensas, en lugar de centrarse en un solo sitio. Cada lanzador puede realizar tácticas rápidas de disparo y selección, respaldadas por misiones de fuego planificadas previamente y canales de comunicación superfluos. En las primeras etapas de cada contingencia militar, Estonia podría centrarse rápidamente en las amenazas móviles y al mismo tiempo realizar ataques planificados contra posiciones fijas.
La integración de estos sistemas en la red de la red de inteligencia, vigilancia y reconocimiento (ISR) más amplia de la OTAN mejora su efectividad operativa. Las capacidades de reconocimiento compartidas de la coalición aceleran la identificación de objetivos y la coordinación de la huelga, por lo que cada cohete de tiro tiene una gran posibilidad de lograr los resultados deseados.
El aumento en las posibilidades de cohetes de Estonia refleja un huso estratégico para un elemento disuasorio creíble, que va más allá de la presencia de token a la capacidad de ataque persistente. Esta distancia potencialmente larga indica la obligación de comprar beneficios operativos que pueden obstaculizar el impulso de un agresor y al mismo tiempo se pueden usar los refuerzos de la OTAN.
En medio de las actividades militares rusas en aumento, incluidas las operaciones elevadas de aire y armada alrededor del Mar Báltico, hay una llamada urgente de los estados bálticos para que la OTAN se mueva a una actitud de defensa de aire y cohete más integrada. A la luz de esto, el paquete HIMARS proporcionado por los EE. UU. No solo debe llenar los vacíos operativos inmediatos, sino también para indicar a los posibles agresores que la alianza está dispuesta a crear costos significativos desde el comienzo del comienzo de un conflicto.
Este extenso apoyo militar complica los cálculos estratégicos rusos, de modo que los tanques de mando previamente asegurados y el suministro de depósitos están al alcance de las tropas estonio, lo que fortalece el propósito de la detención de la OTAN en lugar de una respuesta retrasada.