Un vuelo de Delta Airlines experimentó una importante situación de emergencia el lunes, por lo que se suministró un aterrizaje no planificado debido a un incendio que estalló a bordo. El incidente tuvo lugar en el vuelo 1334, que cabalgó desde Atlanta hasta el aeropuerto internacional de Fort Lauderdale. Según un portavoz de Delta, el incendio fue causado por una batería portátil utilizada por un pasajero.
A medida que se desarrolló la situación, las azafatas intervino rápidamente y extendieron con éxito las llamas. Sin embargo, el humo restante se mantuvo en la cabina y obligó a la tripulación a distraer el avión a Fort Myers, Florida, en lugar del destino original. Después del incidente, Delta Airlines emitió una declaración en la que agradece la rápida respuesta de la tripulación y un manejo efectivo de la situación de emergencia. También extendieron disculpas a los pasajeros por los retrasos resultantes en sus planes de viaje.
Este incidente arroja luz sobre una tendencia relevante en los viajes aéreos: el creciente número de incendios de baterías de litio. Los datos de la Administración Federal de Aviación indican un aumento sorprendente del 388% en tales incidentes en vuelos estadounidenses de 2015 a 2024, con incidentes que ahora están en promedio casi dos veces por semana. Solo este año, 34 ha visto 34 incidentes con baterías de litio, con un promedio de seis cada mes.
En respuesta a este aumento alarmante en los incendios relacionados con la batería, Southwest Airlines llevó a cabo una medida de precaución el 28 de mayo, de modo que los pasajeros deben mantener a la vista sus baterías y cargadores portátiles. La aerolínea indicó que estos dispositivos no pueden colocarse en bandejas o bolsas aéreas para facilitar una respuesta rápida de los miembros de la tripulación en una emergencia.
El problema de las baterías de litio son los desafíos únicos para la seguridad de los vuelos. Glenn Bradley, el jefe de las actividades de vuelo de la Autoridad de Aviación Civil del Reino Unido, explicó que estas baterías, que pueden poner varios dispositivos de Vapen a teléfonos móviles de electricidad, pueden encender incendios intensos si no funcionan o están dañados. Tales incendios pueden ser particularmente difíciles de extinguir, ya sea que ocurran en la cabina de la aeronave o en la bodega de carga.
Debido a que estos incidentes continúan enfatizando los riesgos de seguridad potenciales relacionados con las baterías portátiles, las aerolíneas y las autoridades reguladoras permanecen atentos cuando implementan medidas diseñadas para proteger tanto a los pasajeros como a la tripulación.