Hace tres años, Chris Bassitt enfrentó uno de sus momentos más desafiantes en el montículo durante un juego fundamental de postemporada. Bassitt, encargado de liderar a los Mets bajo la presión del Juego 3 de la Serie de Comodines de 2022 contra los Padres, se quedó corto, lo que resultó en una derrota por 6-0 y el final de la temporada de Nueva York. Recordando ese partido, reconoció: “No estaba listo”, indicando que le faltaba preparación física y mental. Su actuación esa noche (permitiendo tres carreras, tres hits y tres bases por bolas en cuatro entradas) sirvió como una dolorosa oportunidad de aprendizaje.
En lugar de dejar que la decepción continuara, Bassitt decidió utilizar la experiencia como motivación. “Dadme una oportunidad más”, recordó, esperando tener otra oportunidad de demostrar su valía en la postemporada. Ahora con los Toronto Blue Jays, esa oportunidad ha llegado y está al borde de su primer título de Serie Mundial.
Bassitt pasó de un rol titular a una posición crucial en el bullpen e impresionó esta postemporada, lanzando 6.2 entradas de relevo en blanco para los Azulejos, que buscan su primer campeonato desde 1992. El manager de los Azulejos, John Schneider, elogió la confiabilidad de Bassitt y señaló que se ha ganado un lugar en el «círculo de confianza» entre los lanzadores.
El viaje de Bassitt dio un giro interesante cuando abogó exitosamente para que su ex compañero de equipo de los Mets, Max Scherzer, se uniera a él en Toronto. La relación entre los dos en Nueva York llevó a Bassitt a perseguir activamente a Scherzer en la temporada baja. Bassitt reconoció la experiencia y la naturaleza competitiva de Scherzer como ventajas y dijo: «Lo perseguí muy duro». Esta asociación ha demostrado ser de gran ayuda para los Azulejos, ya que Scherzer aporta no sólo su talento, sino también un estilo exigente que desafía al equipo a llevar su juego al siguiente nivel.
Aunque inicialmente fue retrasado por una lesión y quedó fuera de la lista de la ALDS, tanto Bassitt como Scherzer fueron reincorporados a la Serie de Campeonato de la Liga Americana. A Bassitt se le pidió que se adaptara a un rol de bullpen, un cambio que abordó con la mente abierta. “No me importa si me abres, no me importa si me cierras… sólo quiero lanzar”, declaró, demostrando su mentalidad de equipo primero.
A pesar de su preferencia por ser titular, Bassitt ha tenido un impacto significativo como relevista, aportando una presencia veterana a un bullpen que consta de varios jugadores jóvenes. Su capacidad para aceptar el nuevo rol ha resonado entre sus compañeros de equipo, y Jeff Hoffman comentó sobre la influencia positiva y la voluntad de ayudar de Bassitt.
A lo largo de los playoffs, las contribuciones de Bassitt fueron notables. En su debut en los playoffs, retiró a los cinco bateadores, allanando el camino para una actuación clave en el Juego 7 de la Serie de Campeonato de la Liga Americana, donde mantuvo una ligera ventaja en una situación de alto riesgo. En la Serie Mundial jugó en tres de los cinco juegos, demostró sus cualidades y lanzó cuatro entradas en blanco.
En general, la evolución de Chris Bassitt desde una decepcionante experiencia de postemporada con los Mets hasta un papel fundamental en la misión de la Serie Mundial de los Azulejos resalta la resiliencia y adaptabilidad requeridas en los niveles más altos del béisbol. Ahora que el campeonato está a nuestro alcance, Bassitt reflexiona sobre lo lejos que ha llegado: «Si hay alguien con quien quiero ganar una Serie Mundial, quiero ganar una con Max». Con las expectativas en aumento, los ojos del mundo del béisbol están puestos en los Azulejos mientras se acercan a un posible logro histórico.



