Después de un largo período de relativa calma, el sol se alimentó considerablemente y estalló en una serie de poderosas bengalas solares que han restaurado preocupación entre los expertos en el campo del clima espacial. Durante el fin de semana, un trío de pisos de sol de clase M vino de la región de Sunspot AR 4168, que marcó el final de un hechizo silencioso de 22 días. Estas antorchas, que tuvieron lugar entre el 3 y el 4 de agosto, han aumentado la anticipación sobre posibles excrementos de masa coronales (CME) que podrían influir rápidamente en la Tierra.
Las antorchas comenzaron con un evento M2.9 el 3 de agosto a las 10:01 a.m. Esta actividad de AR 4168 significa un pico notable en el comportamiento solar, que enfatiza el poder del sol para pasar rápidamente de inactividad a una actividad intensa. Según Solarham, estas son las primeras antorchas de clase M que han sido admitidas desde el 12 de julio, con una escalada repentina en eventos solares.
Los bengalas solares son erupciones de radiación como resultado de las liberaciones explosivas de energía magnética alrededor de las manchas solares. Se subdividen en cinco clases, donde las bengalas de clase M se consideran moderadas. Estas antorchas pueden conducir a interrupciones en la comunicación por radio e influir en las operaciones satelitales. Las antorchas de clase X más serias pueden causar extensas radio-negros e incluso dañar los sistemas electrónicos terrestres.
Aunque las antorchas recientes de la Clase M no han llevado a espacios espaciales significativos de espacio, los expertos siguen siendo atentos. El aumento de la actividad solar asociada con AR 4168 aumenta la posibilidad de estallidos poderosos en el futuro cercano. Esta área de mancha solar ha mostrado cambios rápidos y ahora tiene una estructura magnética más compleja, lo que sugiere que podría producir antorchas más fuertes, incluidas las erupciones de clase X.
Los pronosticadores meteorológicos espaciales están particularmente preocupados por el potencial de CME, que incluyen los principales campos de plasma y magnéticos del sol. Estos pueden transferir partículas cargadas a través del espacio y representar un riesgo para el campo magnético de la tierra. Aunque el M2.9 -Flare puede haber generado un CME débil, sus efectos en la Tierra aún son inciertos. El físico meteorológico espacial Vincent Ledvina señaló que este incidente marca el segundo CME orientado a CME de la región, con el potencial de seguir más.
La naturaleza impredecible de CME es más difícil por su predicción y su impacto puede variar mucho. Los expertos se adhieren estrechamente con los efectos de los CME entrantes, porque el aumento de la actividad solar puede conducir a interrupciones en la comunicación por satélite y los sistemas GPS.
Un desafío importante para predecir el espacio nuevamente proviene de la disponibilidad limitada de datos y herramientas de monitoreo de tiempo real. Los predictores Sara Housseal notaron que la importancia de responder al aumento actual de las actividades de Zonne -Flare, lo que indica que la ‘sequía de destellos’ del sol ha terminado. Sin embargo, advirtió que predecir los efectos exactos de esta actividad sigue siendo una tarea compleja.
Mientras que los científicos siguen AR 4168, se preocupe por los campos magnéticos inestables y existen la posibilidad de bengalas solares o CME adicionales. Aunque los efectos inmediatos en la Tierra aún no se han confirmado, la situación es fluida y los expertos esperan que el monitoreo continuo sea esencial en los próximos días.
Además de posibles interrupciones, también existe la posibilidad de hermosas auroras como resultado de la actividad solar que interactúa con la atmósfera de la tierra. La comunidad científica continúa subrayando la importancia de seguir y comprender estos fenómenos solares a medida que evoluciona la actividad del sol.
Por el momento, AR 4168 sigue siendo un punto central para la observación solar continua, con expertos en clima espacial que están comprometidos a descifrar lo que el sol puede traer en el futuro cercano. El reciente aumento de la actividad sirve como un recuerdo convincente del poder y la imprevisibilidad de nuestra estrella más cercana.