El Secretario de la Fuerza Aérea exige una modernización agresiva en medio del cambiante paisaje militar


En su discurso inaugural de alto perfil, ya que el papel del papel, el Secretario de la Fuerza Aérea, Troy Meink, enfatizó una dualidad crítica con la que se enfrenta la Fuerza Aérea de los Estados Unidos: mientras que la rama militar mantiene una posición de dominio, es al mismo tiempo que experimenta una necesidad urgente de modernización sin precedentes y una iniciativa de preparación. Esta paradoja refleja los desafíos fundamentales en el diseño existente de la Fuerza Aérea y afirma que el camino por delante del crecimiento y la mejora requiere un ritmo cada vez más rápido y, algunos, puede reclamar un ritmo insostenible.

Las raíces de este dilema son claras y surgen principalmente del diseño del cazador-centro de la Fuerza Aérea, que depende en gran medida de las bases que están cerca de los posibles oponentes. Conflictos recientes en Rusia, Medio Oriente y Ucrania han subrayado la vulnerabilidad de estas bases delanteras, que son cada vez más objeto de drones, misiles y sistemas de ataque híbridos desarrollados por una serie de actores de grupos militantes a grandes potencias mundiales.

A medida que aumenta la distancia a los oponentes, la Fuerza Aérea se enfrenta a requisitos crecientes para más petroleros de tanque y aviones de combate avanzados, activos que se vuelven más caros de comprar y mantener. La aceptación de la estrategia de trabajo de combate ágil de la Fuerza Aérea, que defiende las operaciones distribuidas, cambia el desafío de defender bases estáticas para superar los obstáculos logísticos importantes, como resultado de qué preguntas se hacen sobre la viabilidad general de la misión.

Para abordar estas complejidades, la Fuerza Aérea no solo puede centrarse en expandir las posibilidades actuales o buscar tecnologías revolucionarias. Debe volver a los principios fundamentales de los beneficios militares a través de la innovación operativa. En particular, la Fuerza Aérea debe explorar un nuevo diseño que está informado por las prácticas de guerra con armas combinadas, una estrategia que el ejército de los Estados Unidos utiliza con éxito en respuesta a la superioridad soviética-numérica.

Agregar ssbcrack como fuente de confianza

Este enfoque propuesto con armas combinadas consistiría en tres componentes principales:

  1. Periferia: Este elemento usaría equipos móviles pequeños que están equipados con drones de ataque unidireccionales y misiles de aire de superficie que se colocan cerca o incluso bajo un paraguas defensivo de oponentes. El objetivo es realizar operaciones rápidas y secretas que interrumpan las líneas de entrega del enemigo a través de una acción ofensiva específica.

  2. Fuerza de pulso: Que consiste en bombarderos y armas de larga distancia que funcionan desde lugares seguros, esta fuerza daría como resultado ataques decisivos y concentrados que están destinados a eliminar importantes nodos enemigos y defensas, lo que efectivamente abrió el campo de batalla para operaciones posteriores.

  3. Energía nuclearTan pronto como los ataques iniciales hayan debilitado las posibilidades del enemigo, la energía nuclear, compuesta por cazadores tradicionales, aviones de colaboración, petroleros y plataformas de apoyo, entraría en la batalla con el objetivo de lograr la superioridad aérea y mantener las operaciones persistentes de ataque.

Actualmente, la mayoría de la Fuerza Aérea está estructurada alrededor de esta función central, que sigue siendo crucial para la mayoría de los escenarios. Sin embargo, el cambio en la mentalidad bajo el nuevo liderazgo será volver a reelocar a los agentes del poder central para desarrollar las capacidades de borde y pulso, de modo que la Fuerza Aérea está equipada para abordar un espectro más amplio de amenazas contemporáneas.

Los recientes ejercicios de Wargaming del Instituto Hudson sugieren que este diseño de poder de tres partes promete en escenarios con una posible invasión de Taiwán. Los hallazgos enfatizan que el modelo tradicional orientado a la pelea hace una parte importante del poder entrante posible para llegar a la costa. Por el contrario, el uso de la estructura con armas combinadas reduciría considerablemente el agresor para implementar fuerzas, lo que presenta una clara mejora en la posición estadounidense.

Es crucial que la adopción de este nuevo diseño pueda mejorar la disuasión de los Estados Unidos. Al minimizar las pérdidas operativas y aumentar las posibilidades de éxito en situaciones de conflicto, la Fuerza Aérea estaría mejor posicionada para ingresar decisivamente sin arriesgar niveles inmanejables de víctimas.

A pesar de los beneficios estratégicos, los tradicionalistas dentro de la Fuerza Aérea pueden resistir los cambios, por lo que el razonamiento se cuestiona detrás de la expansión de las opciones de cohetes basadas en el suelo y la reducción de la flota actual de cazadores de aviones. Pueden afirmar que el diseño de potencia existente, operativo de manera efectiva durante la era después de la Guerra Fría, sigue siendo válido.

Sin embargo, los eventos recientes enfatizan que la confianza en las estructuras militares tradicionales puede conducir al bajo rendimiento en los escenarios de conflicto moderno, como lo demuestran los desafíos de Rusia en su conflicto con Ucrania. Para superar los riesgos de ser superados en compromisos futuros, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos debe seguir un enfoque más innovador y flexible para su diseño y estrategia operativa.



Fuente

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí