En una importante conmoción administrativa, Mark A. Welsh III, presidente de la Universidad de Texas A&M, ocasionalmente renunció el viernes 19 de septiembre. Esta decisión se produce después de un incidente controvertido con respecto al despido de un profesor de una disputa con respecto al contenido del curso, que recibió una amplia atención en línea.
El canciller Glenn Hegar expresó con agradecimiento a Welsh por el término de su cargo y lo describió como un Ereman que se dedicó a la universidad. Hegar declaró: “Estamos de acuerdo en que ahora es el momento adecuado para hacer un cambio y posicionar a Texas A&M en los próximos años para la excelencia constante”. El liderazgo de Welsh, incluido un enfoque en la promoción del éxito de los estudiantes, el crecimiento de la investigación y la participación de la comunidad, fue elogiado por Hegar y la junta directiva Robert Albritton.
La controversia comenzó a principios de este mes cuando apareció un video viral y un estudiante mostró que la profesora Melissa McCoul se enfrentó durante una clase sobre la literatura infantil. El estudiante desafió al profesor sobre lo que consideraba como contenido inapropiado con respecto a la ‘ideología de género’. Después de la confrontación, Welsh tomó la decisión de despedir a McCoul el 9 de septiembre, después de oponerse inicialmente a las llamadas para tomar tal acción. Esta decisión condujo a un retroceso de algunos funcionarios gubernamentales, en particular el representante estatal Brian Harrison y el teniente gobernador, entonces Patrick, quien pensó que Welsh había tratado la situación de manera incorrecta.
Harrison celebró públicamente el despido de galeses en las redes sociales y explicó un triunfo para aquellos que se opusieron a lo que llamó “adoctrinamiento de DEI y LGBTQ” en Texas. Su función, cargada de triunfante proclama, enfatizó una importante corriente política que forma este incidente.
A partir de ahora, Texas A&M no ha designado a nadie como presidente interino. La Junta de Regentes ha anunciado las intenciones de realizar una búsqueda nacional de un reemplazo permanente y al mismo tiempo garantizar una transición sin problemas.
Esta situación refleja debates más amplios sobre el contenido de la educación superior y las reacciones ideológicas a los estándares sociales en evolución, y posiciona a Texas A&M centralmente en una discusión nacional controvertida.



