El Observatorio Mauna Loa ha registrado la realidad del cambio climático: Estados Unidos está planeando cerrarlo


El Observatorio Mauna Loa, conocido por su papel crucial en revelar el impacto gradual de la actividad humana en la atmósfera de la Tierra, se enfrenta a un futuro incierto, ya que los recortes propuestos en el gobierno amenazan sus actividades. Fundado en 1956 por el científico Charles Keeling, el observatorio proporcionó datos invaluables sobre el contenido de dióxido de carbono atmosférico, que forma la base de la curva icónica de garganta, una ilustración definitiva de las concentraciones de CO₂ crecientes.

La ubicación del Observatorio en Mauna Loa, uno de los volcanes más emblemáticos del mundo, fue elegido estratégicamente debido a su excelente posición en el Pacífico, lejos de la contaminación urbana. Desde que comenzó con la grabación de datos en 1958, el observatorio ha seguido un ciclo anual en los niveles de CO₂, lo que enfatiza cómo el crecimiento de las plantas estacionales influye en el carbono atmosférico. Además de este ciclo natural, sin embargo, se ha creado una tendencia ascendente persistente en el dióxido de carbono, principalmente debido a actividades humanas como la combustión de combustibles fósiles.

En los últimos 65 años, el contenido de dióxido de carbono ha aumentado en la década de 1960 de alrededor de 320 partes por millón (ppm) a más de 420 ppm, una concentración que no se ha visto durante al menos tres millones de años. Este fuerte aumento está particularmente preocupado por los científicos, porque superan considerablemente las fluctuaciones naturales que se han registrado en los últimos 50 millones de años.

No se puede sobreestimar la importancia del monitoreo continuo en Mauna Loa. A medida que el cambio climático se acelera, el poder de los océanos y la tierra para absorber CO₂ puede disminuir, lo que puede conducir a concentraciones atmosféricas aún más altas. Los datos cruciales recopilados en Mauna LOA permiten a los científicos evaluar la efectividad de la política climática y el progreso tecnológico destinado a reducir el cambio climático.

El desánimo propuesto del Observatorio Mauna Loa y otros sistemas vitales de monitoreo climático aumenta las alarmas en los científicos, que afirman que tal movimiento podría poner en peligro la lucha contra el cambio climático. Sin estos observatorios críticos, predecir y comprender los eventos climáticos extremos serían más desafiantes, lo que resultaría en posibles consecuencias catastróficas.

Los países de todo el mundo, incluida Australia, que también tiene una red de observatorios como Kennook/Cape Grim, pueden tener que fortalecer su infraestructura para el monitoreo climático si Estados Unidos reduce sus obligaciones. El futuro del Observatorio Mauna Loa finalmente subraya la necesidad de seguir el cambio climático para informar tanto la política como la conciencia pública. Si bien los casos de calor mortal continúan acumulándose en la atmósfera, la apuesta nunca ha sido mayor para la ciencia del clima global.



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