Un desarrollador de pasatiempos que se sumerge en el mundo de la inteligencia artificial ha descubierto recientemente una conexión histórica fascinante a través de su último proyecto. Hayk Grigorian, un estudiante de informática en Muhlenberg College, ha creado un modelo de idioma AI que se llama TimeCapsulellm, específicamente diseñado para perseguir el inglés de la era victoriana. Este objetivo, inicialmente ‘solo por diversión’, dio un giro sorprendente cuando la IA contó eventos reales de 1834 Londres, protestas que Grigorian no estaba al tanto antes de su investigación.
Timecapsulellm de Grigorian es un modelo de lenguaje AI compacto que está entrenado exclusivamente en textos de Londres que incluyen el 1800 a 1875. Su objetivo es recrear una voz victoriana auténtica, lo que resulta en resultados ricos en referencias bíblicas y el estilo retórico elegante que caracteriza ese período de ese período. Este proyecto es parte de una tendencia más amplia que se conoce como «modelos históricos de idiomas grandes» (HLLMS), que incluye iniciativas comparables como Monadgpt, entrenadas en miles de textos desde el 1400 a 1700 CE y Xunziallm, destinados a generar poesía clásica china según las reglas antiguas. Con estos modelos, los investigadores pueden lidiar con los marcos lingüísticos e intelectuales de las épocas anteriores.
La conexión inesperada con la historia surgió durante una prueba de rutina de las posibilidades del modelo AI. Cuando se le preguntó a la expresión «Era el año de nuestro Señor 1834», TimeCapsulellm generó una historia que incluía referencias a protestas en Londres. Grigorian estaba intrigado y decidió verificar la información. Su investigación reveló que hubo protestas importantes en 1834, impulsadas por las acciones de Lord Palmerston, un detalle al que el modelo de IA se había referido sin ningún conocimiento previo de él.
Este descubrimiento enfatiza el potencial de los modelos de IA como TimeCapsulellm para no solo producir el lenguaje adecuado del período, sino también para ofrecer ideas históricas que a menudo revelan conexiones que los usuarios pueden no reconocer inicialmente. El proyecto Grigorian es un ejemplo de cómo las herramientas digitales pueden cerrar la brecha entre el pasado y el presente e invitar a los usuarios a explorar la historia a través de la lente del texto generado por IA. Mientras Grigorian continúa desarrollando este proyecto, abre nuevas formas de educación y placer, lo que demuestra la sinergia inesperada entre la tecnología y la historia.