En un sorprendente giro de los acontecimientos, las tensiones en torno al conflicto actual en Ucrania se intensifican si el ex presidente Donald Trump se prepara para una reunión con el presidente ruso Vladimir Putin. Este desarrollo es un shock para los funcionarios ucranianos y los aliados europeos que han comenzado cuidadosamente la más positiva de Trump sobre la guerra, especialmente porque previamente dio una fecha límite para que Putin cesara las hostilidades o haga sanciones económicas más difíciles.
La reunión esperada marca la primera reunión directa entre Trump y Putin desde el comienzo de la invasión, lo que expresa la preocupación de que las discusiones del presidente ucraniano Volodymyr Zenskyy, quien hace mucho tiempo ha pedido a una plataforma que aborde sus quejas directamente con el líder ruso. Inicialmente, Trump sugirió que un top dependería del acuerdo de Putin para cumplir con Zolenskyy, pero recientemente rechazó este requisito, lo que causó una alarma entre los espectadores y funcionarios ucranianos.
Los analistas temen que el afán de Trump de encontrar la paz con Putin pueda llevar a un compromiso acordado apresurado que socava la posición de Ucrania. «Habrá una sensación de alarma en las capitales europeas», advirtió Jonathan Eyal, director internacional del Royal United Services Institute. Hizo hincapié en el riesgo de un «compromiso a medias» que Rusia podría permitir reagruparse militarmente bajo la apariencia de un alto el fuego.
Gabriella Ramírez de la organización sin fines de lucro Hope for Ucrania señaló que, independientemente del resultado de la reunión, Putin ofrece una considerable victoria diplomática, que puede permitirle escapar de aislamiento internacional. Ella advirtió que la reunión puede convertirse fácilmente en una caída y alentó a Trump a tener cuidado.
La situación deja a Ucrania en una posición precaria. Zenskyy, quien recientemente logró recuperar los lazos con Trump después de un episodio tumultuoso durante la presidencia de Trump, no puede permitirse ser visto como el obstáculo de una posible obertura diplomática. Los observadores en Kiev señalan que, aunque el escepticismo sobre la eficacia de la reunión es alta, algunos todavía creen que Trump tiene la determinación de imponer consecuencias reales a Rusia.
El enfoque de Trump ha sufrido un cambio notable porque afirmó que podría resolver el conflicto en Ucrania en solo 24 horas para frustrarse con las tácticas agresivas de Rusia. Su ultimátum reciente caracterizado por una fecha límite ajustada para que Putin acepte un cese, los incendios, seguidos de posibles tasas contra el aporte ruso de petróleo y gas, refleja un intento de ejercer presión, aunque con resultados inciertos.
Sin embargo, los críticos afirman que el Blusterer verbal de Trump no ha traducido en presión utilizable sobre Rusia. James Nixey, un consultor que se especializa en asuntos rusos, enfatizó que la política estadounidense, a pesar de las diversas advertencias de Trump y declaraciones públicas, no tiene influencia en las estrategias de Rusia en Ucrania.
Con la dinámica del conflicto que está constantemente evolucionando, la parte superior que se acerca son los riesgos significativos para Ucrania y enfatiza la alineación de las prioridades en jugadores importantes en la situación. Las complejidades en torno a la reunión sugieren que la búsqueda de la paz puede no solo ser la soberanía de Ucrania, sino que también puede reformar el paisaje geopolítico de manera que aún se puede ver.