Sami Hamdi, un destacado comentarista político británico, fue arrestado por las autoridades de inmigración estadounidenses, lo que provocó una importante reacción de los grupos de derechos civiles. Según los informes, su visa fue revocada, lo que dio lugar a planes para su deportación y detuvo su gira de conferencias en curso por los Estados Unidos. Un funcionario de Seguridad Nacional confirmó la inquietante noticia el domingo y afirmó que a Hamdi no se le permitiría continuar con las tareas planeadas.
El Consejo de Relaciones Islámicas-Estadounidenses (CAIR) condenó enérgicamente el arresto de Hamdi, calificándolo de ataque directo a la libertad de expresión. CAIR enfatizó que la detención refleja un patrón más amplio de silenciamiento de la disidencia, especialmente cuando se trata de críticas al gobierno israelí. El arresto de Hamdi ocurrió en el Aeropuerto Internacional de San Francisco poco después de asistir a un evento de CAIR en Sacramento. Al día siguiente tenía previsto hablar en otro evento de CAIR en Florida.
Hamdi ocupa el cargo de director general y jefe de una firma de inteligencia y riesgo político conocida como The International Interest. Su trabajo se centra en asesorar a varios gobiernos sobre la dinámica geopolítica en Europa y la región MENA. Antes de ocupar su puesto actual, fue comentarista de Al Jazeera en 2022. Su formación académica incluye estudios en la Universidad SOAS de Londres.
La filosofía política de Hamdi ha sido influenciada significativamente por su padre, Mohamed Hechmi Hamdi, un respetado activista político tunecino que tuvo que huir de Túnez debido a la persecución. Después de vivir en países como Argelia y Sudán, finalmente se instaló en Londres. Sami Hamdi atribuye gran parte de su conciencia política a las experiencias y la defensa de su padre.
Hamdi, que inicialmente aspiraba a seguir una carrera futbolística, influenciado por unas memorias que detallaban la conversión de un hombre judío al Islam, cambió su enfoque a la política después de obtener su título de abogado. Se hizo un hueco en el análisis de riesgos y finalmente recurrió al comentario político.
Su padre expresó su apoyo en la plataforma de redes sociales. Describió a su hijo como un «joven soñador» que aspiraba a un mundo lleno de compasión y justicia.
En una declaración del Departamento de Seguridad Nacional, la portavoz Tricia McLaughlin dijo: «Bajo el presidente Trump, aquellos que apoyan el terrorismo y socavan la seguridad nacional de Estados Unidos no podrán trabajar ni visitar este país». Ella confirmó que la visa de Hamdi había sido revocada y que ahora se encuentra bajo custodia del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) en espera de ser expulsado.
En medio de estos acontecimientos, los funcionarios de CAIR expresaron indignación y enfatizaron que la detención de Hamdi demuestra una voluntad de suprimir las voces que se oponen a las políticas estadounidenses, especialmente en relación con Israel. Edward Ahmed Mitchell, director adjunto de CAIR, se hizo eco de sus preocupaciones y argumentó que detener a un destacado periodista musulmán británico simplemente por criticar la percepción de injusticia constituye una grave afrenta a la libertad de expresión.



