Una colaboración única entre arqueólogos y geofísicos ha arrojado a la ligera las complejas interacciones entre los pueblos antiguos y su entorno, en particular en relación con eventos geomagnéticos significativos. Su investigación conjunta, que recientemente apareció en la revista La ciencia está progresandoInvestiga las implicaciones de un papel casi del campo magnético de la Tierra que tuvo lugar hace unos 41,000 años.
Este evento geomagnético, conocido como la excursión de Laschamps, se caracterizó por los polos magnéticos que deambulaban de manera irregular y una reducción drástica en la resistencia al campo magnético, a menos del 10% de la intensidad de corriente. A diferencia de las reversiones magnéticas típicas, que ocurren durante cientos de miles de años, la excursión de Laschamps aseguró que el campo magnético de la tierra se dividiera en varios polos débiles. Esta desglose condujo a una magnetosfera comprometida, el escudo protector que generalmente dobla el viento solar y la radiación ultravioleta (UV) dañino.
Como resultado, la Tierra experimentó un fenómeno atmosférico único caracterizado durante la excursión de Laschamps por auroras animadas que flotan al ecuador, además de niveles considerablemente elevados de radiación solar a nivel del suelo. Estos cambios fueron circunstancias increíbles y peligrosas para las poblaciones contemporáneas.
El equipo interdisciplinario asumió que estos cambios en el clima espacial podrían haber influido en el comportamiento y las estrategias de supervivencia de las primeras personas. El arqueólogo que participó en el estudio enfatizó que la sorprendente presencia de Aurora podría evocar varias reacciones psicológicas en los pueblos antiguos, desde la inspiración y el miedo hasta el comportamiento ritualista. Sin embargo, interpretar estas reacciones cognitivas a través de datos arqueológicos sigue siendo un desafío.
Los efectos más tangibles de esta mayor exposición a la radiación incluirían riesgos sustanciales para la salud, como el aumento de los casos de protector solar, daño ocular y posibles defectos de nacimiento que las personas viejas podrían haber obligado a ajustar su comportamiento. Hay indicios de que durante este período las poblaciones en Europa pueden haber sido ajustadas buscando refugio en cuevas, creando ropa especializada para protección o utilizando pigmentos minerales naturales como una forma de protector solar rudimentario.
Es interesante que los hallazgos indiquen que tanto los neandertales como los primeros homo sapiens en algunas regiones existieron en este período, por lo que cada grupo probablemente asume diferentes estrategias adaptativas para abordar los desafíos ambientales establecidos por el aumento de la radiación UV. Aunque los investigadores enfatizan que la excursión de Laschamps no debe ser acreditada por la extinción de los neandertales, proponen que podría haber contribuido a cambios adaptativos más amplios dentro de estas comunidades.
Pensando en el proceso de colaboración, los investigadores inicialmente llegaron que el miedo a sus diversos antecedentes académicos como resultado de sus diversos antecedentes académicos apareció. Los arqueólogos generalmente confían en evidencia reconstruida para medir climas y entornos del pasado, mientras que los geofísicos trataban con extensos conjuntos de datos y modelos climáticos complejos. Debido a su asociación, ambas disciplinas han recibido un valor invaluable. Los geofísicos recibieron una comprensión más matizada de cómo los factores invisibles del clima espacial penetran en la historia humana, mientras que los arqueólogos consideraron los efectos de gran alcance de los cambios geomagnéticos como componentes esenciales de la historia ambiental.
La excursión de laschamps representa solo una copia del campo magnético cambiante en la historia de la Tierra, con eventos similares en el futuro. La visión de la forma en que las personas han adaptado a estos eventos, no solo mejora nuestra comprensión de las interacciones históricas entre las personas y el medio ambiente, sino que también ofrece perspectivas que pueden ayudar a prepararse para las próximas interrupciones geomagnéticas.
Esta investigación subraya los beneficios en profundidad de la cooperación interdisciplinaria, que muestra cómo fusionar diferentes enfoques puede conducir a ideas más ricas. La exploración de las conexiones entre la Tierra y el espacio revela que incluso los factores más pequeños, como ocre, ropa o métodos de autoprotección, pueden influir significativamente en la historia humana.