El actual cierre del gobierno interrumpirá la publicación de datos económicos cruciales, y la Casa Blanca anunciará que probablemente no se publicará un informe de inflación el próximo mes por primera vez en más de setenta años. Esta situación sin precedentes deja a Wall Street y a la Reserva Federal sin información vital sobre las tendencias de los precios al consumidor.
La Casa Blanca dijo que debido a la imposibilidad de desplegar inspectores, el informe de inflación -una herramienta crucial para el análisis económico- no se publicará según lo previsto. Si bien algunos datos sobre la inflación se recopilan electrónicamente, la mayoría depende de visitas personales de empleados gubernamentales a tiendas en todo el país. Estas visitas son fundamentales para captar los matices de los cambios de precios en todas las industrias.
La Oficina de Estadísticas Laborales (BLS), responsable de compilar el informe de inflación, ya está limitada en sus esfuerzos de recopilación de datos debido a un congelamiento de contrataciones emitido por la administración Trump. Esta congelación ha afectado especialmente a varias ciudades, eliminando la necesidad de que los topógrafos lleven a cabo estos importantes estudios in situ.
Este anuncio se produce tras las cifras de inflación publicadas recientemente en septiembre, que mostraron un ligero aumento de los precios, aunque por debajo de las expectativas de muchos economistas. Este informe supuso un notable retraso de nueve días con respecto al calendario original, pero se basó en datos recopilados antes del inicio del cierre del gobierno el 1 de octubre.
Históricamente, durante los cierres gubernamentales anteriores, los datos de inflación, especialmente el Índice de Precios al Consumidor – ampliamente considerado la principal medida de inflación del gobierno – todavía se compilaban a partir de datos parciales. Sin embargo, el Departamento de Trabajo ha indicado que puede que ahora sea demasiado tarde para recopilar incluso ese nivel de información, destacando el profundo impacto del cierre en los informes y análisis económicos.
Los analistas están preocupados por las posibles consecuencias de la falta de datos actualizados sobre inflación, ya que podría complicar las decisiones de política económica y las estrategias de mercado en un entorno de incertidumbre. Dado que la Reserva Federal depende en gran medida de esos datos para guiar sus decisiones sobre las tasas de interés, la ausencia de este informe crítico plantea desafíos importantes en el futuro.



