Dos personas han sido arrestadas mientras las autoridades francesas intensifican su investigación sobre un descarado robo de joyas en el Louvre. Los ladrones aún no identificados llevaron a cabo el atrevido robo la semana pasada, robando ocho hermosas piezas de la colección de Napoleón y la Emperatriz a plena luz del día, lo que provocó una persecución masiva que involucró a múltiples agencias y cientos de funcionarios.
En los días posteriores al robo, los investigadores se centraron en recolectar muestras de ADN y huellas dactilares de herramientas y otras pruebas dejadas en el lugar. Sin embargo, el progreso ha sido lento, lo que ha llevado a una presión cada vez mayor sobre las fuerzas del orden para lograr avances en el caso.
El periódico francés Le Parisien confirmó que dos sospechosos fueron detenidos el sábado por la noche y posteriormente interrogados por la policía local. La fiscal de París, Laure Beccuau, confirmó las detenciones pero no dio más detalles. Según los medios locales, un sospechoso fue detenido en un aeropuerto alrededor de las 22:00 horas. mientras, según informes, intentaba huir del país. El segundo sospechoso fue arrestado esa misma tarde en el suburbio de Seine-Saint-Denis, al norte de París. Hasta el momento aún no se sabe si las joyas robadas han sido recuperadas.
Se cree que las dos personas arrestadas tienen alrededor de 30 años y son originarias del suburbio nororiental de Seine-Saint-Denis. Los funcionarios sospechan que son parte de un grupo profesional de cuatro delincuentes involucrados en el robo de alto perfil. Los informes indican que el dúo tiene un historial de robos previos y se cree que operan bajo la dirección de un autor intelectual desconocido.
El robo en sí se llevó a cabo con alarmante eficiencia y duró menos de diez minutos. Los funcionarios franceses explicaron cómo los invasores utilizaron un elevador de cesta para escalar la fachada del museo, abriendo una ventana para poder entrar. Una vez dentro, rápidamente destrozaron vitrinas y recolectaron joyas por valor de unos 88 millones de euros (102 millones de dólares) antes de escapar. Llama la atención que más tarde se descubriera en el recinto del museo una pieza de la colección robada.
El robo tuvo lugar frente a turistas sorprendidos durante el horario de visita del museo, y los testigos contaron la escalofriante experiencia. Las imágenes de vigilancia muestran que los ladrones enmascarados entraron silenciosamente en la Galería Apollo y rompieron los cristales justo delante de los espectadores. Toda la operación se llevó a cabo en apenas unos minutos, lo que obligó a los servicios de seguridad a evacuar rápidamente a los visitantes y cerrar el museo.
A medida que continúa la investigación, la atención se centra en identificar a más sospechosos y recuperar las joyas robadas restantes, mientras la fascinación del público por los dramáticos acontecimientos en uno de los museos más emblemáticos del mundo sigue creciendo.



