El Departamento de Estado anunció la renuncia de un diplomático estadounidense tras revelaciones sobre una relación romántica con una mujer china que supuestamente tenía vínculos con el Partido Comunista Chino. Este incidente marca una importante aplicación de una nueva política destinada a proteger la seguridad nacional que se implementó bajo la administración Biden a fines del año pasado.
Según los informes, la prohibición del Departamento de Estado prohíbe a todo el personal del gobierno estadounidense en China, incluidos sus familiares y contratistas con autorizaciones de seguridad, entablar relaciones románticas o sexuales con ciudadanos chinos. La atención sobre este caso aumentó después de que el diplomático admitiera haber ocultado la relación.
Tommy Pigott, portavoz del Departamento de Estado, confirmó que el asunto fue revisado por el presidente Donald Trump y el secretario de Estado Marco Rubio antes de que se tomara una decisión. En un comunicado, Pigott enfatizó que las acciones del diplomático no eran consistentes con los intereses de seguridad de Estados Unidos, reafirmando su política de «tolerancia cero» contra conductas que pudieran socavar la seguridad nacional.
Aunque el nombre del diplomático no ha trascendido, sí ha salido a la luz que él y su novia aparecieron en un vídeo filmado subrepticiamente publicado en internet por el activista conservador James O’Keefe. El incidente ha llamado la atención sobre los desafíos actuales que plantea la influencia extranjera y ha dado lugar a discusiones sobre las implicaciones de la relación romántica a través de fronteras internacionales, especialmente con personas de países considerados hostiles.
Este despido se considera un caso histórico que podría sentar un precedente para la futura aplicación de la prohibición, lo que refuerza la seriedad con la que el gobierno de Estados Unidos considera los riesgos potenciales para su personal y su seguridad nacional.