Descubrimiento sorprendente de los desafíos de las galaxias para dormir en el universo temprano


Las recientes observaciones del telescopio espacial James Webb (JWST) han llevado a un descubrimiento pionero que está listo para reformar nuestra comprensión de la evolución de la Vía Láctea. Los astrónomos han identificado una serie de galaxias para dormir que existieron dentro de los primeros mil millones de años después del Big Bang, un período que anteriormente se suponía que estaba dominado por la formación de estrellas activas. Estos hallazgos intrigantes desafían los supuestos a largo plazo en la cosmología sobre cómo evolucionan las galaxias y los procesos que organizan su desarrollo.

Un equipo de investigación internacional, dirigido por Alba Covelo Paz, un estudiante de doctorado en la Universidad de Ginebra, ha documentado estas sorprendentes estrellas de ‘bella durmiente’, entidades equivocadas que han detenido su formación de estrellas mucho antes de lo esperado. Tradicionalmente, el universo temprano se consideraba un semillero de la actividad de formación de estrellas debido a la abundante disponibilidad de gas y otros materiales esenciales. Sin embargo, las posibilidades avanzadas de infrarrojo cercano de JWST mostraron que algunas galaxias ya no eran nuevas estrellas durante esta era típicamente enérgica.

El descubrimiento ha llevado a los científicos a especular que estas galaxias sufren una fase de hibernación que pasa, para que eventualmente puedan recuperar sus grandes actividades cuando las circunstancias son favorables. Las implicaciones de esta fase de sueño van más allá de la curiosidad cósmica; Pueden cambiar fundamentalmente nuestra comprensión de la dinámica de la Formación Galaxy.

La clave para comprender por qué algunas galaxias tempranas detuvieron la formación de estrellas es la influencia de los agujeros negros súper massivos que se encuentran en sus centros. Estas entidades masivas pueden producir radiación intensa que puede calentar el gas circundante, para que no pueda enfriarse y condensarse en nuevas estrellas. Además, las interacciones con galaxias adyacentes, como colisiones o activos cerrados, pueden eliminar el gas esencial de una galaxia e inhibir aún más la formación de estrellas. Estos efectos, combinados con excelentes comentarios de eventos dramáticos como las supernovas, pueden conducir a períodos de paz.

Como señaló PAZ, este dormitorio suele ser un fenómeno a corto plazo, que generalmente consiste en la línea de tiempo cósmico durante alrededor de 25 millones de años. Esta fase temporal podría dejar una impresión importante en el historial de formación a largo plazo del Melkweg, lo que indica que la evolución de estos gigantes cósmicos es mucho más compleja que antes.

Antes de las observaciones de JWST, solo se identificaron un puñado de galaxias para dormir en el universo temprano. Los últimos datos han extendido este recuento a 14, con masas individuales que varían dramáticamente de 40 millones a 30 mil millones de masas solares. Estas diversas teorías anteriores de resistencia de viaje masivo que sugieren que las galaxias para dormir tempranas eran uniformes pequeñas o excesivamente grandes.

A través de la investigación de más de 1,600 galaxias, el equipo de investigación ha encontrado un patrón notable que llaman el «estallido» de la formación de estrellas. Este concepto ilustra que la formación de estrellas puede no actuar como un proceso suave y continuo, sino en erupciones esporádicas seguidas de períodos de descanso a largo plazo. Los nuevos hallazgos sugieren que este patrón cíclico podría ser un aspecto intrínseco de cómo evolucionan las galaxias en los tiempos cósmicos.

Aunque el descubrimiento plantea muchas preguntas emocionantes, las incertidumbres permanecen sobre el comportamiento a largo plazo de estas galaxias para dormir. Como señaló Paz, la duración de su descanso aún se desconoce. Si algunos permanecieran inactivos durante períodos significativamente más largos, temporalmente 50 millones de años o más, esto indicaría una causa fundamentalmente diferente para su detención de la formación de estrellas.

Este nuevo concepto no solo ofrece una nueva perspectiva sobre el crecimiento y la evolución de las galaxias, sino que también enfatiza la complejidad de los fenómenos cósmicos que los científicos recién comienzan a desentrañar. Las ideas obtenidas de las observaciones de JWST pueden tener en profundidad implicaciones para el estudio futuro de las galaxias y los procesos fundamentales que gobiernan sus vidas en el universo.



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