Un análisis innovador publicado en Astronomía y astrofísica ha presentado una notable estructura similar a un túnel dentro del Melkweg, la conexión entre la burbuja caliente local de nuestro sistema solar con regiones interestelar de mayor aumento de la red. Este descubrimiento, acreditado a los datos del telescopio de rayos X de la Erostita en el observatorio de Spectrum-Rentgen Gamma (SRG), ofrece una mirada sin precedentes sobre el entorno complejo y dinámico que encuentra nuestro sistema solar.
Versión de la burbuja caliente local
La burbuja caliente local (LHB) es una cavidad extensa llena de baja densidad y gas sobrecalentado, en aproximadamente 1,000 años de luz. Se supone que esta región se formó hace unos 14 millones de años, principalmente debido a una serie de explosiones de supernova que han movido gas y polvo interestelar. Las secuelas dejaron un millón de grados Kelvin Plasma, que permanece de rayos X suaves que pueden ser detectados por instrumentos avanzados como el telescopio Erosita.
El mapeo de esta burbuja ha asumido desafíos considerables, en comparación con tratar de describir los contornos de un acuario desde adentro. Para superar este obstáculo, el investigador principal Michael Yeung y su equipo clasificaron el aire en más de 2,000 secciones, lo que analiza las emisiones suaves de X -Ray de cada segmento. Su trabajo representa el mapa de tres dimensiones más detallado de la LHB hasta ahora.
Los resultados indicaron que la campana no es una bola uniforme, sino más bien una estructura asimétrica irregular. Parece más poderoso expandirse en direcciones perpendiculares al plano galáctico, que revela un gradiente de temperatura entre los hemisferios norte y sur – 121.8 eV en el sur versus 100.8 eV en el norte. Esta variación había pasado desapercibida en encuestas anteriores debido a las limitaciones de la instrumentación anterior.
Descubrimiento del túnel a Centaurus
Quizás el hallazgo más sorprendente fue el corredor similar al túnel de plasma caliente que se descubrió, que se extendió desde el borde de la burbuja caliente local hasta la constelación de Centaurus. Este corredor parece atravesar material interestelar de poeta más fresco, lo que sugiere que forma un enlace directo a otra cavidad con baja densidad fuera del LHB.
El coautor Michael Freyberg, astrofísico del Instituto Max Planck, señaló que la existencia de este túnel interestelar es una revelación importante. Puede establecer una conexión con otras cavidades, como el aerosol de la cueva de la encía, lo que indica que la campana caliente local puede ser parte de un sistema de túneles y silvatos interconectados más grandes que se extienden por la Vía Láctea.
Esto está en línea con una hipótesis propuesta en 1974 y afirma que el Melkweg está interconectado por burbujas generadas por supernova vinculadas por corredores de gas caliente e ionizado. Estas estructuras podrían desempeñar papeles cruciales en el transporte de campos magnéticos, rayos cósmicos y gases interestelares, que influyen en el flujo de materia y energía en la Vía Láctea.
Reconstrucción del paisaje galáctico
Además del túnel hacia Centaurus, el equipo de Yeung identificó cavidades adicionales libres de polvo llenas de plasma extendido sobre el LHB. Estas cavidades parecen formar una red de rutas interconectadas, lo que mejora el concepto de una estructura galáctica dinámica y porosa en lugar de un vacío uniforme.
Los investigadores también investigaron las medidas de emisión del BEL, que se relacionan con la densidad y el tamaño del plasma presente. Descubrieron una relación inversa entre las medidas de emisión y la densidad de polvo local de la sustancia, lo que indica que las áreas con sustancia reducida están asociadas con un aumento de las emisiones de rayos X blandos.
Además, la presión térmica promedio de la campana caliente local se midió a 10,100 cm⁻³ k, una cifra que es notablemente menor que la de los restos típicos de supernova o las burbujas estelares sopladas por el viento. Esto sugiere que el LHB es quizás más «abierto» para anchos galácticos altos, de modo que la energía y el plasma escapen y hace posible las conexiones con otras burbujas interestelares.
Esta extensa investigación es un progreso importante en nuestra comprensión del entorno complejo en torno a nuestro sistema solar, que enfatiza la interacción dinámica de fuerzas y materiales que forman nuestro vecindario galáctico.