Las empresas de construcción naval surcoreanas invertirán importantes recursos en la industria de construcción naval estadounidense, una medida anunciada por la Casa Blanca tras las reuniones entre el presidente Donald Trump y funcionarios surcoreanos. Esta asociación incluye compromisos financieros sustanciales destinados a abordar desafíos de larga data en la industria de la construcción naval de EE. UU., incluida la construcción y el mantenimiento de buques, la modernización de los astilleros y el desarrollo de la fuerza laboral.
Los informes indican que Corea del Sur planea invertir 150 mil millones de dólares en iniciativas de construcción naval estadounidenses. Entre estas inversiones, HD Hyundai, un importante constructor naval, se ha asociado con la firma de inversión estadounidense Cerberus Capital Management en una iniciativa de 5 mil millones de dólares destinada a modernizar los astilleros y mejorar la eficiencia de la cadena de suministro. El plan enfatiza la integración de tecnologías avanzadas como la navegación autónoma, la digitalización y la automatización en el proceso de construcción naval.
Otra contribución importante proviene de Hanwha Ocean, que ha comprometido 5 mil millones de dólares para desarrollar su fuerza laboral en Philly Shipyard en Pensilvania. Esta inversión tiene como objetivo duplicar con creces la capacidad de producción actual del astillero, tras su adquisición el año pasado. Estos esfuerzos se consideran esenciales, especialmente a la luz de problemas persistentes como los bajos salarios, la escasez de mano de obra y los problemas de contratación que han afectado durante mucho tiempo a los astilleros estadounidenses.
Los funcionarios de la Marina de los EE. UU. han reconocido la eficiencia operativa y la precisión de los astilleros surcoreanos, destacando su capacidad para el monitoreo en tiempo real y la gestión digital de los procesos de construcción. Se espera que el aumento de las inversiones en la fuerza laboral estadounidense produzca mejoras en la eficacia y sostenibilidad de las operaciones de construcción naval en ese país.
Además, la colaboración se extiende a proyectos en el ámbito de los programas de mantenimiento, reparación y revisión entre el constructor naval surcoreano Samsung Heavy Industries y la firma estadounidense Vigor Marine Group. Históricamente, los astilleros surcoreanos han desempeñado un papel en el mantenimiento de los buques de la Armada estadounidense; En contratos recientes, empresas como HD Hyundai y Hanwha han prestado servicios a varios buques del Military Sealift Command.
Los acuerdos de construcción naval son parte de negociaciones comerciales más amplias entre Corea del Sur y Estados Unidos. Como parte de estas discusiones, la iniciativa se enmarca bajo el lema “Hacer que la construcción naval estadounidense vuelva a ser grande”. La estrategia subraya una creciente dependencia de los aliados del Pacífico, incluido Japón, para reforzar las capacidades de construcción naval de Estados Unidos frente a la presión competitiva de actores importantes como China.
Con Corea del Sur y Japón ocupando la segunda y tercera posición, respectivamente, en la construcción naval mundial, la urgencia de fortalecer las capacidades marítimas de Estados Unidos nunca ha sido más clara. La agresiva expansión de la construcción naval de China – evidente tanto en la producción de buques comerciales como militares – ha aumentado las preocupaciones en Washington, lo que ha llevado a un mayor enfoque en potenciar las asociaciones con aliados.
China ha expresado su preocupación por la alianza de construcción naval de rápido crecimiento entre Corea del Sur y Estados Unidos, que ha intensificado las tensiones por las recientes sanciones a varias filiales de Hanwha que operan en Estados Unidos. A medida que Estados Unidos avanza con estas inversiones, la dinámica dentro de la industria marítima mundial está preparada para cambios significativos.



