Un consultor político involucrado en controvertidas llamadas automáticas que utilizaron inteligencia artificial para hacerse pasar por el ex presidente Joe Biden ha dicho que no cumplirá con una orden de un tribunal federal que le exige pagar 22.500 dólares a tres votantes. La decisión sigue a un fallo emitido el viernes en una demanda presentada por la Liga de Mujeres Votantes y marca un avance importante en la saga legal en curso que rodea el tema.
La demanda surgió cinco meses después de que Kramer fuera absuelto de los cargos de supresión de votantes y suplantación de candidatos. El jurado lo declaró inocente de 22 cargos, pero el caso civil resultó en una sentencia en rebeldía en su contra después de que no compareció ante el tribunal. Kramer desestimó la demanda, calificándola de truco publicitario que ha desperdiciado recursos legales. También indicó su intención de ignorar una multa separada de 6 millones de dólares impuesta por la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC).
En el juicio penal, los jurados se pusieron del lado de Kramer, pero el fallo del tribunal civil le exigió pagar 7.500 dólares a cada uno de los tres demandantes y le prohibió participar en un comportamiento similar en el futuro. Caren Short, directora jurídica y de investigación de la Liga de Mujeres Votantes, destacó la importancia de este fallo, calificándolo de “precedente crítico” contra el uso indebido de la inteligencia artificial en las elecciones.
Si Kramer no realiza los pagos requeridos, los abogados que representan a los demandantes, incluida Courtney Hostetler de Free Speech for People, indicaron que considerarían acciones legales adicionales. Criticó el patrón de resistencia de Kramer, diciendo que resalta la importancia tanto de la orden como de la indemnización otorgada.
Kramer, de 56 años, que vive en Nueva Orleans, admitió haber orquestado una campaña de llamadas automáticas enviada a miles de votantes apenas dos días antes de las primarias de New Hampshire. Los destinatarios recibieron un mensaje con una voz generada por IA muy similar a la de Biden, diciendo que participar en las primarias anularía su capacidad de votar en las elecciones generales. La llamada automática advirtió a los votantes: “Es importante que guarden su voto para las elecciones de noviembre. Sus votos marcan la diferencia en noviembre, no este martes”.
Durante su testimonio, Kramer afirmó que sus intenciones eran benignas y afirmó que quería llamar la atención sobre los riesgos asociados con la IA durante sus campañas. Afirmó que le pagó a un mago 150 dólares para crear la grabación de IA, impulsado por las discusiones en curso sobre la falta de regulación que rodea a la tecnología.
Kramer argumentó ante el tribunal que el estatus de las primarias como una “encuesta sin sentido” significaba que las leyes de supresión de votantes no se aplicaban en este caso. Las primarias, que tuvieron lugar en enero de 2024, se celebraron a pesar de la decisión del Comité Nacional Demócrata de cambiar el orden del calendario de nominaciones, aunque los delegados de New Hampshire todavía fueron reconocidos en la convención nacional. El propio Biden no hizo campaña ni apareció en la boleta, pero finalmente ganó como candidato por escrito.
Además, Lingo Telecom, la empresa responsable de distribuir las llamadas, llegó a un acuerdo de 1 millón de dólares con la FCC en agosto de 2024. Mientras continúan los debates sobre las regulaciones de la IA, el panorama parece polémico. Si bien algunos estados han aprobado leyes contra el uso de contenido engañoso de IA en campañas políticas, existe la preocupación de que los esfuerzos de figuras como Donald Trump y ciertos legisladores republicanos para desregular la IA puedan socavar la innovación y la rendición de cuentas.
El martes, una coalición de fiscales generales de 36 estados, incluido New Hampshire, envió una carta al Congreso instando a oponerse a cualquier prioridad sobre las leyes estatales que apuntan a abordar los riesgos de la tecnología de inteligencia artificial. El discurso actual refleja profundas divisiones sobre cómo navegar la intersección en rápida evolución de la tecnología y la gobernanza en el proceso electoral.



