El aumento de los costos de vida tiene una influencia significativa en las relaciones personales, de modo que la forma en que las personas conectan el contacto entre sí en todo el mundo reformas. La presión económica contribuye a asociaciones románticas tensas y posponiendo hitos esenciales en la vida, especialmente para adultos jóvenes en los Twenty and 30.
El estrés financiero se ha convertido cada vez más en una fuente de tensión en las relaciones. En Canadá, el 77% de las parejas que sienten una tensión financiera y el 62% admiten tener argumentos sobre dinero. La carga del aumento del alquiler y la vida es la fuerza de muchas parejas para tomar decisiones financieras desafiantes, que a menudo se producen a expensas de sus relaciones. Un estudio realizado por el Reino Unido refleja estos sentimientos, que muestra que el 38% de las personas en las relaciones tienen facturas secretas o dinero que se ha almacenado a sus parejas sin conocimiento. En los Estados Unidos, un promedio de 58 argumentos relacionados con el dinero mencionados cada año.
Los efectos de la inestabilidad financiera se extienden más allá de los argumentos; También tienen un impacto en la vida útil de las relaciones. Según una encuesta reciente de RBC, el 55% de los canadienses creen que tener una relación es esencial para ofrecer su estilo de vida. Esta presión económica es particularmente pronunciada para aquellos que consideran modestos o divorcios. Tradicionalmente, un colapso conduciría a que un socio se mueva, pero muchas parejas separadas y separadas ahora notan que viven juntas debido a las limitaciones financieras.
A medida que la crisis de los costos de vida continúa aumentando, muchos adultos jóvenes ralentizan decisiones cruciales sobre la vida. Statistics Canada reveló que el 38% de los adultos jóvenes han pospuesto la reubicación como resultado de la incertidumbre financiera, un aumento notable del 32% en 2018. Esta reversión en el camino hacia la edad adulta independiente se ilustra aún más en el Reino Unido, donde uno de cada cinco adultos jóvenes que se han movido anteriormente han regresado para vivir con sus familias.
La asequibilidad de los hogares es un obstáculo importante, donde muchas personas sienten que la propiedad de la vivienda está fuera de alcance. En Canadá, el 55% de los adultos jóvenes mencionan la crisis del hogar como una razón para posponer la planificación familiar. Estos retrasos crean efectos de paso por paso en tendencias sociales más amplias, lo que resulta en cifras de fertilidad más bajas y un cambio a unidades familiares más pequeñas.
En respuesta a la presión financiera, las parejas ajustan sus prácticas de citas. Muchos eligen vivir juntos antes de lo que inicialmente pretenden compartir la vida, mientras que otros abordan la estabilidad financiera y la seguridad laboral en las conversaciones en sus relaciones. Ha surgido una tendencia que se llama ‘Future -Probante’, en la que el 95% de los singles expresan esa preocupación por el futuro influyen en sus opciones de citas. Factores como las finanzas, la seguridad laboral, la vivienda e incluso el cambio climático son primordiales en estas discusiones.
Los costos crecientes conducen a ideas de fecha más simples y efectivas, en las que más de la mitad de los canadienses informan que los costos de la vida influyen en sus experiencias de citas. Muchos optan por actividades económicas, como fechas de café y picnics, por cenas caras y viajes. En el Reino Unido, la inflación y el aumento de los costos diarios han resultado en una posibilidad reducida de salir entre el 33% de los singles jóvenes, con un cuarto de cuarto menos inclinado a buscar parejas románticas. Del mismo modo, el 44% de los estadounidenses individuales han ajustado sus planes de citas como resultado de restricciones financieras, y el 27% ha cancelado las fechas por completo debido a la presión financiera.
La dinámica de la amistad también cambia bajo el peso de la tensión económica. Los viajes informales, tan pronto como un evento regular, se vuelven menos frecuentes. Casi el 40% de los canadienses, el 42% de los británicos y el 37% de los estadounidenses han reducido sus actividades sociales debido a limitaciones financieras. Aunque optar por alternativas más baratas puede parecer un pequeño ajuste, esta disminución en la interacción social puede tener serias implicaciones para la salud mental, aumentando los riesgos de soledad y aislamiento.
Para muchos en los veinte y 30 años, el panorama económico actual tiene un cambio de relación profundamente cambiado. Las personas pueden ingresar con socios en lugar de planificados, que priorizan entregas baratas durante las noches tradicionales y retrasan las elecciones críticas de la vida. Mantener relaciones personales fuertes durante tales momentos financieramente desafiantes es crucial. La investigación enfatiza que ofrecer apoyo emocional, entrar en la resolución positiva de problemas y la promoción de la comunicación abierta son esenciales para mantener relaciones de alta calidad a pesar de los estresores económicos.