Lo más destacado de Unitas 2025, un prominente ejercicio naval aéreo en la región, se caracterizó por una gran ceremonia final a bordo del USS Harry S. Truman (CVN-75), un portaaviones estadounidense. El evento reunió a representantes importantes de las naciones participantes, lo que subraya el espíritu de cooperación que ha definido el ejercicio.
El almirante Carlos Sardiello, comandante de la cuarta flota estadounidense, fue presidente de la ceremonia, además de notables dignatarios, incluido Admiraal James Kilby, vicepresidente de operaciones de la Marina de la Armada estadounidense, y la Ambassadora Stephanie Syptak-Ramnath. Detrás de Admiraal Luis Vera Torres, comandante de operaciones marinas de la Armada peruana, también estuvo presente, ya que Perú organizará la próxima iteración del ejercicio en 2026.
En su dirección, el Achterste Admiraal Sardiello habló apasionadamente sobre el legado de Unitas, que promueve el compañero naval en los países asociados. Se dio cuenta: «Este es un nuevo capítulo en estas relaciones … preparando a nuestros marines para amenazas comunes de lado a lado». Sus comentarios fueron particularmente conmovedores porque estos ejercicios ayudan a mejorar la interoperabilidad y la disposición en las fuerzas involucradas.
Además, Sardiello señaló el significado especial del ejercicio de este año, coincidiendo con el 250 aniversario de la Armada Americana. Este hito agrega una dimensión festiva a los esfuerzos de cooperación de los países marítimos.
El embajador Syptak-Ramnath repitió estos sentimientos y enfatizó la importancia de la amistad como base para la futura cooperación. «Unidades nos prepara para los desafíos de la guerra futura … La unidad de Doel es esencial», dijo, ilustrando que el ejercicio va más allá del trabajo en equipo; Se trata fundamentalmente de construir relaciones y facilitar las asociaciones estratégicas.
La ceremonia de cierre también enfatizó el impresionante rendimiento en la interoperabilidad entre las tropas militares durante las Unitas 2025. El ejercicio extenso incluyó más de veinte superficies, dos submarinos y una variedad de aviones, que mostraron un compromiso uniforme con la seguridad marítima, la reacción del desastre y la cooperación hemisferica.
Como concluyó el evento, el énfasis en los esfuerzos de cooperación significó una visión prometedora de los compromisos futuros, que lanzó el camino para mejorar la oferta marina y las alianzas más fuertes entre las naciones participantes. La herencia de Unitas continúa prosperando como una piedra angular de seguridad regional y camaradería entre los grupos marinos del mundo.