En una importante escalada de las tensiones regionales, un ataque aéreo israelí en agosto provocó la muerte del mayor general Muhammad Abdul Karim al-Ghamari, jefe del Estado Mayor de las fuerzas hutíes de Yemen. El evento fue confirmado por funcionarios el jueves y destacó el conflicto en curso entre los hutíes e Israel incluso mientras continúa el alto el fuego en la Franja de Gaza.
Al-Ghamari era conocido por su papel en la orquestación de esfuerzos militares que representaban una amenaza no sólo para Yemen sino también para los países vecinos, especialmente Arabia Saudita. Las Naciones Unidas lo habían sancionado previamente por estas actividades. El ministro de Defensa israelí, Israel Katz, anunció el ataque, describiéndolo como «el ataque del primogénito», en referencia a una serie de ataques israelíes el 28 de agosto que, según se informa, resultaron en varias muertes, incluido el primer ministro hutí, Ahmed al-Rahawi.
El primer ministro Benjamín Netanyahu también reconoció el ataque y dijo que la eliminación de al-Ghamari era parte de una campaña más amplia de Israel contra los líderes que representan una amenaza para la nación. Destacó que Israel seguirá atacando a quienes estén involucrados en actos de terrorismo contra el país.
En un comunicado difundido por la agencia de noticias SABA, controlada por los hutíes, el grupo reveló que al-Ghamari fue asesinado junto con su hijo Hussain, de 13 años, y varios asociados. Aunque no se revelaron detalles sobre el momento ni sobre otras personas involucradas en el ataque, los hutíes retrataron a al-Ghamari como un mártir dedicado al «trabajo yihadista».
El Departamento del Tesoro de Estados Unidos había caracterizado previamente a al-Ghamari como instrumental en la orquestación de ataques que ponía en peligro a los civiles yemeníes. Las acusaciones incluyen sus relaciones de entrenamiento militar con Irán y Hezbollah, lo que subraya su papel central dentro del liderazgo hutí.
Después de la muerte de al-Ghamari, los hutíes anunciaron su reemplazo por el mayor general Yusuf Hassan al-Madani, quien también enfrentó sanciones similares de Estados Unidos por su liderazgo militar de las fuerzas hutíes, especialmente en la crucial ciudad portuaria de Hodeida, en el Mar Rojo.
El ataque aéreo israelí aumenta la tensión mientras continúan las múltiples amenazas de los hutíes contra Arabia Saudita. Aunque las actividades del grupo habían disminuido tras el alto el fuego que comenzó el 10 de octubre, su campaña marítima anterior había provocado pérdidas importantes y el hundimiento de varios barcos en el Mar Rojo, fundamentales para el transporte marítimo mundial. El incidente más reciente involucró un ataque a un carguero con bandera holandesa el 29 de septiembre, que dejó a una tripulación muerta.
Como la situación sigue siendo inestable, no está claro cómo responderán los hutíes a la pérdida de su máximo líder militar. Las actividades militares anteriores del grupo tenían como objetivo aumentar las tensiones regionales, haciendo que sus próximos movimientos sean el centro de atención de los observadores internacionales.