Un nuevo y emocionante desarrollo en la astrofísica ha cambiado la comprensión de Ursa Major III, bastante clasificado como el sistema enano más débil de nuestra Vía Láctea, la Vía Láctea. Este objeto celestial vive a más de 30,000 años de luz y se ha asumido durante mucho tiempo que consistía principalmente en materia oscura. Mediante un estudio innovador realizado por un equipo internacional de astrofísicos de la Universidad de Bonn y el Instituto de Estudios Avanzados en Ciencias Básicas en Irán, otra historia sugiere: URSA Major III en realidad puede ser un clúster estrella compacto con un núcleo con agujeros negros.
El estudio, publicado en la revista Astrophysical Letters, investiga los cuerpos celestes que tienen características de que están a punto de ser clasificados como Starclusters o Sistemas enanos. Muchos de estos objetos muestran relaciones de luz de masa que son extremadamente altas, a veces cientos o miles de veces más grandes que los que generalmente se observan en los sistemas enanos. Esta peculiaridad ha llevado a los científicos a asumir que están cerrados a la materia oscura.
Ali Rostami-Shirazi, estudiante de doctorado y autor principal del estudio, enfatiza la importancia de estos objetos intermedios y etiqueta un «tema candente» en el campo de la astrofísica. Ni los modelos convencionales con materia oscura ni teorías alternativas han aclarado suficientemente sus propiedades y formación.
Ursa Major III ha sido reconocida durante mucho tiempo como un sistema satelital que ofrece ideas esenciales sobre las primeras etapas de la formación de la Vía Láctea. Ahora se ha propuesto que este objeto vago se puede identificar como un clúster de estrellas oscuras. Las simulaciones del equipo de investigación implican que Ursa Major III probablemente se ha convertido en un clúster estrella compacto durante miles de millones de años, las estrellas restantes que son graviciosas vinculadas por un núcleo que consiste en agujeros negros y estrellas de neutrones, en lugar de materia oscura.
El profesor Dr. Hosein Haghi, de la Universidad de Bonn, explica: «Los grupos de estrellas oscuras se forman a sí mismos cuando las interacciones gravitacionales con la Vía Láctea llevan las estrellas exteriores de un grupo estrella durante más de miles de millones de años. Lo que queda es un núcleo denso y oscuro que no transmite luz». Esta interpretación desafía la visión anterior, que dio erróneamente el fenómeno a la materia oscura.
Para validar su teoría, el equipo de investigación llevó a cabo simulaciones avanzadas de Ursa Major III, con simulaciones especializadas de N-Body para calcular cuidadosamente las interacciones de gravedad de innumerables estrellas. Este enfoque permitió al equipo modelar la formación y evolución de URSA Major III sobre escalas de tiempos cósmicos utilizando los últimos datos de observación, incluido el proceso orbital único y la composición química.
Los resultados mostraron que la estructura actual de Ursa Major III podría explicarse por un núcleo central y fuerte de agujeros negros que estabilizan la gravedad de las estrellas restantes, negando la necesidad de materia oscura.
El profesor Dr. Pavel Kroupa, miembro del equipo, afirmó: «Este trabajo es convincente de que estos objetos son probablemente los grupos de estrellas normales», que resuelven un rompecabezas a largo plazo en astrofísica. Indicó el potencial de las simulaciones para aclarar tales elementos enigmáticos en el cosmos, lo que condujo a avances significativos en la comprensión de las formaciones celestiales.
El equipo de investigación de Bonn ha estado en esta área durante años y desarrolla técnicas numéricas avanzadas para profundizar en la compleja dinámica de las galaxias. Kroupa señala que sus hallazgos no solo ofrecen una nueva perspectiva sobre estos misteriosos objetos, sino también implicaciones más amplias para futuras investigaciones de Melkweg.
A medida que la astrofísica continúa evolucionando, estudios como este enfatizan el significado de la investigación constante sobre los objetos celestiales y su clasificación, por lo que se libera el camino para obtener una visión más profunda de la naturaleza de nuestro universo.